Nueva carta abierta: La diferencia
1. El actual gobierno mantiene una diferencia que se hace notoria cuando crece la espesura de hechos que son portadores de cierta turbación y ambigüedad. Pero en las innumerables tensiones de la hora, permanece siempre un sentido decisorio ligado a un círculo efectivo de protección de las grandes reformas introducidas en la vida social, en la economía de los sectores populares, en las acciones que involucran al Estado asumiendo responsabilidades colectivas indelegables. Y, desde luego, en el tejido de la memoria nacional, como lo demuestran los juicios que siguen ensanchando las fronteras de la democracia activa, hijos del hiato que significó la decisión de que los símbolos del terrorismo de Estado caigan de las paredes del Colegio Militar en donde superponían la historia aciaga del pasado con las historias nuevas que debía vivir el país.
Una oposición incapaz y vapuleada
Un empate técnico entre Eduardo Duhalde y Ricardo Alfonsín por un lejano segundo lugar mostraba anoche a una oposición vencida por el fuego amigo y por la vieja propensión social a votar con la economía como prioridad. La economía mueve las elecciones aquí y en cualquier país del mundo. El default de la oposición fue la noticia más relevante de las primeras elecciones primarias argentinas. No obstante, volvió a surgir una Argentina peronista. Entre Cristina Kirchner , Duhalde y Alberto Rodríguez Saá se llevaron casi el 70% de los votos, un porcentaje muy parecido al que el peronismo había juntado, también con fórmulas distintas, en el caótico 2003.
Sin embargo, sería arbitrario colocar a la Presidenta y a Duhalde en un mismo paquete político e ideológico, más allá del origen común en un mismo partido. De hecho, fueron Duhalde y Elisa Carrió los opositores más duros y confrontativos con el oficialismo durante la campaña electoral. Duhalde pudo ascender, al final de una noche larga y contradictoria, al chato podio de los opositores; Carrió no logró eso.