La sequía acaba con la vida del granjero australiano
La peor sequía en Australia en el último siglo se está cobrando algo más que cabezas de ganado y pastos. La tasa de suicidios entre los agricultores ha crecido de forma alarmante: un granjero se quita la vida cada cuatro días.
Fuente: El Mundo - España
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La peor sequía en Australia en el último siglo se está cobrando algo más que cabezas de ganado y pastos. La tasa de suicidios entre los agricultores ha crecido de forma alarmante. La estadística indica que un granjero se quita la vida cada cuatro días.
Ese número de suicidios duplica la media nacional. "Mi temor ahora es que se siga incrementando a medida que se prolongue la situación de tensión entre los agricultores", señala Jeff Kennett, director de un instituto estatal de salud mental. Casi el 10% de los 20 millones de australianos vive en zonas rurales. Según la última estadística disponible, 2.098 australianos se quitaron la vida en 2004.
La situación es especialmente dramática en el estado de Nueva Gales del Sur, cuya economía depende de las cosechas. Los expertos predicen que la sequía, que ha entrado en su sexto año, continuará al menos hasta principios de 2007. El fenómeno de 'El Niño' está provocando un ambiente seco y el aumento de las temperaturas.
Las viudas de los granjeros han relatado la tragedia en programas de radio, describiendo cómo la depresión hacía mella en sus arruinados maridos. El primer ministro australiano, John Howard, ha prometido ayudas extraordinarias por valor de 350 millones de euros. Pero Kennett, entre otros muchos expertos, considera que los agricultores también necesitan otro tipo de ayuda para luchar contra la depresión y el estrés.
En este sentido, un equipo compuesto por 60 psicólogos será enviado a las zonas más golpeadas por la sequía. Además de contra la ansiedad, deberán luchar contra el carácter del granjero australiano, endurecido por su constante combate contra la sequía y los incendios. Muchos de ellos consideran un signo de debilidad solicitar ayuda por una enfermedad mental. Más de 300.000 australianos que viven en zonas rurales sufren de depresión cada año, pero muy pocos acuden a un médico.
Entre los factores que están incrementando el riesgo de depresión sobresalen el aislamento de los trabajadores rurales, las dificultades financieras, la pérdida de los 'stocks' de grano, el abuso de alcohol y la alta dedicación que exigen las labores de una granja.