El hijo de sus días
“Yo no sé si el alma tiene alitas y sube al cielo, o cae, fulminada al infierno.
Me lo decían en la infancia.
Como no me morí, no pude comprobarlo.
En cambio sí sé, me consta, que hay palabras que viajan.”
Escribió Eduardo Galeano en este diario en este lugar cuando murió Idea Vilariño.
“El sigue vivo en todos los que lo quisimos, en todos los que lo leímos, en todos los que en su voz hemos escuchado nuestros más profundos adentros.
Nunca encontraremos palabras que expresen nuestra gratitud al hombre que fue muchos, al que fue nosotros y seguirá siendo en las palabras que nos dejó.”
Escribió en este diario en este lugar cuando se despedía de Juan Gelman.
Sigue entonces Eduardo en este diario en este lugar con sus palabras. “Esas palabras que, –como concluyó él mismo– dolidas y dolientes, andan por los caminos del aire.
Van en busca de queridos y querientes.”
Galera de Corrección: Las venas abiertas de América latina
A raíz de la muerte de Eduardo Galeano, el pasado lunes 13 de abril de 2015, reeditamos la Galera de Corrección publicada en el Número 12 de Realidad Económica sobre su emblemático libro