En la economía mundial se observan claras tendencias hacia la internacionalización de los negocios y los mercados de capitales, con las complicaciones de la crisis de la globalización actual que implican movimientos de capitales de un país a otro en busca de mayor rentabilidad y estabilidad.

En la economía mundial se observan claras tendencias hacia la internacionalización de los negocios y los mercados de capitales, con las complicaciones de la crisis de la globalización actual que implican movimientos de capitales de un país a otro en busca de mayor rentabilidad y estabilidad. Estos cambios que se están produciendo en los niveles económico y social en el mundo devienen en permanente reestructuración industrial y reorganización en estructuras productivas más flexibles, descentralizadas y con un mayor grado de eficiencia. En tal sentido las PyMEs, por sus características, pueden cumplir un papel importante en esta etapa. Para ello se necesita contar con elementos dinamizadores del acceso de las PyMEs a la tecnología, el crédito, la absorción del costo social del ajuste y la capacitación...

Para alcanzar este objetivo hay que invertir en la capacitación de los
recursos humanos potenciales y en aquellos que tendrán que liderar ese proceso, es decir, los propios empresarios.
La Argentina es un país de pequeñas y medianas empresas y este universo es el que proporciona empleo a la gran mayoría de sus habitantes, sin embargo la educación en sus distintos niveles no se vincula aún con las necesidades laborales, por lo que exige de los empresarios un esfuerzo mayor para enfrentar este déficit.

*Lic. en Administración (UBA). Ex Director Ejecutivo Fundación Banco Credicoop.

Artículo publicado en Realidad Económica Nº244

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