Francisco: su estadía en el infierno
Lo que dejó claro el Papa para los miles de mexicanos que vivimos su visita fue su autoridad moral, potestad capaz de relevar el evidente vacío de liderazgo ético en México: un corrompido liderazgo incapaz de dialogar con la otredad, ya que como dijo Francisco “no se puede dialogar con el Diablo, porque siempre se pierde”.