El MAS boliviano: ¿un colapso sin pena ni gloria?

La primera vuelta de las elecciones bolivianas selló el fin del Movimiento al Socialismo (MAS), dejándolo prácticamente fuera del Parlamento luego de dos décadas de dominio político e institucional. Su antiguo electorado se desplazó en gran medida hacia la candidatura de Rodrigo Paz Pereira, ubicado en la centroderecha, lo que plantea preguntas sobre el devenir del llamado «bloque popular» y la izquierda boliviana. La segunda vuelta del 19 de octubre determinará cómo se adaptará Bolivia al nuevo clima político regional, heterogéneo pero desplazado hacia la derecha.

Bolivia: el fin del ciclo «nacional-popular»

Aunque con sorpresas, las elecciones presidenciales bolivianas confirmaron la caída del MAS y el fin de la «Revolución Democrática y Cultural» iniciada con el triunfo de Evo Morales en 2005. Un nuevo centro populista conservador encabezado por Rodrigo Paz Pereira y el ex-policía Edman Lara ganó la primera vuelta y se posicionó como favorito para la segunda, cuando deberá enfrentar al ex-presidente de derecha Jorge «Tuto» Quiroga.

La crisis boliviana

Cualquiera que piense la coyuntura de Bolivia en función de la lucha de clases sabe que el gobierno y la extrema derecha no lograrán clausurar el ciclo político únicamente neutralizando a Evo Morales. Deberán también derrotar a los sujetos sociales que protagonizaron la historia de las últimas décadas en el país, y eso ya es otra historia.

Evistas versus arcistas

El partido hegemónico en la política boliviana desde 2005 se encuentra dividido en dos fracciones, en medio de una escalada del conflicto interno. La puja política por el control del Movimiento al Socialismo (MAS) se va a jugar en varios niveles, incluidas las organizaciones sociales que conforman su base, hoy divididas, y el Poder Judicial.