León XIV y la esperada continuidad de la línea de Francisco

El estadounidense-peruano Robert Prevost Martínez ha insinuado en su primer discurso como papa León XIV una línea continuista con el pontífice argentino Jorge Bergoglio, al que ha nombrado dos veces en su primera intervención desde el balcón de la Basílica de San Pedro. Sin embargo, su historial sugiere a los analistas vaticanos un relativo cierre conservador en la Iglesia después del vendaval renovador del papa Francisco.

“Esto no es la teología del pueblo o la teología de la liberación. Es la teología”

Emilce Cuda es argentina, teóloga, especializada en moral social católica, profesora universitaria y oficial de la Curia Romana. Publicó “Para leer a Francisco. Teología, Ética y Política”, tal vez el más acabado y detallado de los trabajos que examinan los fundamentos teológicos y filosóficos del pensamiento del Papa. Es también la primera mujer laica argentina en recibir un doctorado pontificio en teología moral.  

Francisco, un papa reformista

Durante doce años, el papado de Francisco se caracterizó por su apelación a la fraternidad y al cuidado de la «casa común», así como por su apuesta por el diálogo ecuménico y por sus planteos en favor de una economía al servicio de los más pobres. Sin dudas, el papa, que sufre ahora graves problemas de salud, dejó una huella y su papado una pregunta acerca del futuro de la Iglesia.

Offshore

El documento sobre “Cuestiones económicas y financieras” (“Oeconomicae et pecuniariae quaestiones”, según su nombre original en latín) emitido hoy por el Vaticano con el aval del papa Francisco es un texto de tipo general, que tiene por destinatario a la opinión pública mundial, pero aborda temas que guardan estrecha relación con situaciones que se viven hoy en la Argentina y avanza en observaciones críticas que, una vez más, pueden tener segura aplicabilidad a temas que se debaten en el país. Podría decirse entonces que “al que le quepa el sayo que se lo ponga”.

“El peligro en tiempos de crisis es buscar un salvador que nos devuelva la identidad y nos defienda con muros”

 

El viernes, a la misma hora que Donald Trump juraba su cargo en Washington, el papa Francisco concedía en el Vaticano una larga entrevista a EL PAÍS en la que pedía prudencia ante las alarmas desatadas por el nuevo presidente de Estados Unidos —“hay que ver qué hace, no podemos ser profetas de calamidades”—, aunque advertía de que, “en momentos de crisis, no funciona el discernimiento” y los pueblos buscan “salvadores” que les devuelvan la identidad “con muros y alambres”.

Francisco ante la teología de la liberación

En América Latina es conocido ampliamente cómo operó un proceso de represión interna marginando a los teólogos y agentes pastorales; nombrando obispos conservadores y sumisos a la centralidad romana. La mancuerna Wojtyla-Ratzinger minó los ensayos pastorales y las innovaciones latinoamericanas.

El progresismo católico ha mirado con entusiasmo los giros y signos que el papa Bergoglio ha incrustado en su pontificado. En su toma de posesión al externar su célebre frase “quiero una Iglesia pobre y para los pobres”, contribuyó para que inmediatamente los católicos progresistas se identifiquen con el nuevo Papa.