La trampa de la timidez
Ahora mismo no parece haber ninguna crisis económica importante y, en muchos sitios, los responsables políticos están dándose palmaditas en la espalda. En Europa, por ejemplo, alardean de la recuperación de España: el país parece en condiciones de crecer este año al menos al doble de velocidad de lo que se había previsto. Por desgracia, eso se traduce en un crecimiento del 1%, en vez del 0,5 %, en una economía profundamente deprimida, con un 55 % de paro juvenil. El hecho de que esto pueda considerarse una buena noticia pone de manifiesto lo mucho que nos hemos acostumbrado a unas condiciones económicas terribles. Nos va peor de lo que cualquiera habría imaginado hace unos años, pero la gente parece cada vez más dispuesta a aceptar esta miserable situación como la nueva norma.
De liderazgos y programas de gobierno
La oposición comete varios errores conceptuales en su evaluación de la situación política actual. Nos referiremos a dos de ellos: el primero es el que cree que los liderazgos auténticos tiene fecha de vencimiento; la segunda, que en un proceso electoral, para encarar el futuro no importa el pasado.
No es cierto que los liderazgos tengan fecha de vencimiento. En un reciente discurso, el Dr. Carlos A. Zannini señaló con pertinencia que “acá en realidad lo que vencen son los mandatos, pero los liderazgos no tienen fecha de vencimiento”. Esta diferenciación no es percibida por el arco opositor.