La Europa que no vemos
La investigación parlamentaria británica sobre la relación de los medios con la dirigencia política y las decisiones de la Corte Europea de Derechos Humanos sobre la propiedad y el pluralismo en radio y televisión tienen pálido, tendencioso o nulo reflejo en los grandes medios argentinos, tal vez porque arrojan luz sobre algunas de las cosas que se discuten, o que deberían discutirse, aquí.
El ex primer ministro conservador John Major reveló ante la comisión investigadora el pliego de condiciones que le presentó el empresario Rupert Murdoch. Major dijo que aquella cena del 2 de febrero de 1997 era inolvidable, “porque no es frecuente que alguien se siente frente a un primer ministro y le diga: ‘Me gustaría que cambie su política, porque de otro modo mi organización no podrá apoyarlo’”. La declaración de Major demuestra que no bromeaba cuando le dijo a Bill Clinton que “un mundo sin periodistas sería un mundo feliz”. Admitió que “había sido demasiado sensible a lo que escribía la prensa”, en la que “me enteré de que pensaba lo que nunca pensé, que dije lo que no había dicho y que estaba por hacer lo que no me proponía hacer. Era desgastante y a menudo reaccioné en forma excesiva”. También criticó la forma “indigna” en que su vencedor, Tony Blair, y el actual primer ministro David Cameron cortejaron a Murdoch. Hasta el viceprimer ministro de Cameron, el liberal demócrata Nick Clegg, cuestionó a los políticos, que “se inclinan y se arrastran” ante Murdoch.