Una perspectiva crítica desde el análisis del poder y del territorio

En este trabajo se busca poner en discusión el tema del desarrollo, considerando que desde hace 70 años (a partir de la segunda posguerra) o incluso más, esa cuestión juega un rol central en la determinación de las políticas públicas latinoamericanas.

Para ello se recurre a la perspectiva del poder, vinculándola y enriqueciéndola en su interrelación con la temática del territorio, tan recurrente en numerosas propuestas de políticas estatales. Esto implica discutir desarrollo, poder y territorio bajo sus variadas expresiones y vinculaciones.

Se propone una discusión teórica dirigida a relacionar términos-conceptos ligados con la praxis política y vinculados con el desarrollo, subrayando que se trata de conceptos en evolución, ya que su definición va cambiando según los contextos históricos.

El arte de la política

Cómo diseñar un futuro alternativo desde la izquierda, según el académico británico David Harvey. “Estoy firmemente convencido de que toda política debe tener raíces en las circunstancias locales. Pero también estoy firmemente convencido de que si se mantiene en lo local y no va a otro lugar, fracasa. La pregunta, entonces, es cómo construir atravesando diferentes escalas”, dice en esta entrevista.

Crisis del sistema-mundo

“La multifacética crisis del sistema-mundo: Una mirada crítico-prospectiva a su impacto en Nuestra América” es el nombre del documento elaborado a partir del taller internacional realizado en la Ciudad de México, del 9 al 11 de marzo de 2015, con la participación de una veintena de intelectuales nacidos o actualmente residentes en países de América Latina y el Caribe.

El valor agregado de Pepe

Al Pepe lo quiere todo el mundo. O sea: nadie tiene el privilegio o la desgracia del afecto universal, pero parecería que todos lo quieren. Lo quieren hasta quienes lo critican. Y lo que es todavía peor, quienes no lo quieren también dicen que lo quieren. Porque no hay nada más políticamente correcto, nada que garpe más y mejor, que quererlo al Pepe. A menor escala (o sea, a escala subplanetaria) es parecido al fenómeno del Papa Francisco: lo quieren hasta los ateos; y quienes no lo quieren hacen lo posible por disimularlo.

Cuando los analistas se ponen reflexivos dicen que eso no está bien. Como las sociedades no funcionan como un club de masoquistas, como no existe la política a favor de todos y todas, un dirigente político debería tener una cantidad estadísticamente relevante de enemigos/adversarios –o por lo menos de gente que no lo quiere–.

El presente sombrío y el futuro misterioso

Lo que recorre este trabajo es el tema complejo de la fenomenología de la incertidumbre humana. La cuestión de la incertidumbre humana en este siglo es obvia, incluso, para los historiadores que suelen sentirse más cómodos con la familiaridad de los pasados de la humanidad que con el presente sombrío y el futuro misterioso. Becker (1994: xii-xiv) explicó que la “fenomenología de la incertidumbre” está caracterizada por manifestaciones de convergencia e intersección de épocas que causan inestabilidades y dudas acerca de las adecuaciones del orden normativo existente de la vida, falta de confianza en las cosmovisiones existentes, fragmentación de identidades, ruptura de los valores conocidos de sociabilidad y civilidad, y signos visibles de la vacuidad de las nociones sobre el Estado nación.

La tristeza popular y el desastre nacional

Lo que pasó antes del 1º de julio de 1974 no era ninguna maravilla, pero lo que vino después fue una tragedia. La muerte de Juan Domingo Perón marcó una cuenta regresiva que terminaría el 24 de marzo de 1976, con el golpe militar más cruento de la historia argentina.

Endiosado a veces por el abrazo con Ricardo Balbín y otras por su vuelta a la Argentina como hecho en sí mismo dentro de una marcha casi celestial, ¿el último Perón es una continuidad del que gobernó entre 1946 y 1955 y lideró un movimiento desde el exilio entre los 18 años que van de 1955 a 1973? Y si no fue una continuidad, ¿acaso podía serlo? La verdad es que su figura terminó surcando la historia entre la extensión de la ciudadanía a grandes masas de argentinos en la segunda mitad de los ‘40 y la tremenda crisis de 1974, entre el Plan Quinquenal y el Pacto Social, por un lado, junto al avance de los derechos sociales y políticos y por otro lado el comienzo del fin.

Economía y política

Esta semana fue marcada por los cambios en el Ministerio de Economía. En particular, por el nombramiento de quien podría ser el primer ministro del área en mucho tiempo. También el primer heterodoxo con el plus de haber completado su formación en el sistema educativo público. No se trata de ningunear a los anteriores titulares del “Palacio” de Hacienda, pero considérese que de algunos ministros post 2001 es difícil recordar el nombre y que otros ni siquiera tuvieron estudios de grado en Economía.

La política como “no lugar”

El antropólogo francés Marc Augé analiza los “no lugares”. Llama así a los sitios inodoros, incoloros e insípidos, en donde existe un espacio indeterminado, en el cual todo está establecido, sin personalidad, sin historia ni destino, que deja indiferentes a quienes los atraviesan. Son los supermercados, los aeropuertos, los centros comerciales, las estaciones de servicio para automóviles, las autopistas, las cadenas de hoteles clonados, los bancos.