Rusia ensayó la bomba de vacío más potente del mundo
La nueva bomba tiene "potencial y eficacia equiparables a las de un proyectil nuclear" pero, a diferencia de este último, "no contamina en absoluto el medio ambiente", afirmó [b]Aleksandr Rukshin[/b], subjefe del Estado Mayor General del Ejército ruso.
La carga explosiva de esta bomba que, de momento, no tiene nombre oficial, sólo un código secreto, es mucho más potente que la trilita gracias al uso de nanotecnologías, según la televisión. El invento permitirá sustituir toda una serie de armas nucleares de baja potencia desarrolladas hasta la fecha.
"Ya tenemos un proyectil relativamente barato con alto potencial destructivo", dijo [b]Yuri Balyko[/b], colaborador de un centro de investigación del sector ruso de defensa.
Representantes del departamento militar hacen especial hincapié en que Rusia no ha violado un solo acuerdo internacional con la creación del arma novedosa.
Hasta ahora, era la Fuerza Aérea de EEUU la que poseía la bomba de vacío más potente del mundo. Ensayada en 2003, aquella arma fue bautizada como "madre de todas las bombas". Por analogía, los ingenieros rusos apodaron su invento como [b]"padre de todas las bombas"[/b]: usa menor cantidad de materiales explosivos pero es 20 veces superior al proyectil estadounidense en cuanto a la superficie de la zona de destrucción, 4 veces más potente y genera una temperatura dos veces superior en el epicentro de la explosión.
Al decir de Rukshin, la nueva bomba ofrece a Rusia la oportunidad de "garantizar la seguridad del Estado y a un mismo tiempo hacer frente al terrorismo internacional en cualquier región y bajo cualquier circunstancia".
Según los artículos publicados en la prensa occidental, "Bulava", de propelente sólido y tres etapas, es uno de los misiles más ligeros de su modelo. Pesa 30 toneladas y inicialmente tenía el nombre de "Bulava-30". Su alcance es de 8.000 kilómetros. El número de cargas nucleares que porta varía de 4 a 10. Algunos expertos consideran de exagerada la cifra 10, pues un misil tan ligero no puede portar una carga de combate tan grande. Otros especialistas dicen que el nivel que han alcanzado en su desarrollo las tecnologías nucleares y composites, hacen posible crear cabezas nucleares de pequeñas dimensiones sin perjuicio a su capacidad combativa.
Según parece, "Bulava" se adoptaría en versión de 10 cabezas. De lo contrario, sus prestaciones combativas dejarían mucho que desear. Los submarinos clase "Borei", incluido el sumergible "Yuri Dolgoruki", están concebidos para portar hasta 12 misiles cada uno. Pero los submarinos del mismo proyecto "Vladimir Monomaj" y "Alexandr Nevski" ya llevarán a bordo hasta 16 misiles cada uno. Si los planes cuajan en realidad, tres nuevos submarinos estratégicos portarían 44 misiles "Bulava" provistos de 440 cabezas nucleares. Se trata de una contribución suficiente a la tarea de disuasión estratégica nuclear, planteada en la Doctrina Militar de Rusia.
Las pruebas de "Bulava", sus parámetros, datos telemétricos y otras características se consideran como secreto de Estado. Mientras conforme al Tratado START-1, EEUU recibe de primera mano los datos telemétricos sobre el vuelo de misiles y sus principales características operacionales. Resulta que es un secreto que no deben conocer sólo nuestros militares y constructores, así como los contribuyentes rusos que aportan el dinero para el desarrollo del sistema misilístico. ¿Cómo se explica este fenómeno?
Hay motivos para afirmar que el velo de secretismo que cubre los trabajos en torno a "Bulava", "Yuri Dolgoruki" y otros submarinos del mismo proyecto es producto de ambiciones políticas de algunos funcionarios públicos rusos de alto rango. Hace tiempo prometieron que a finales de 2008 la Armada sería equipada con un submarino dotado de misiles de novísimo modelo capaz de vulnerar los sistemas de defensa antibalística tanto operativos como en fase de desarrollo. De incumplir la palabra dada a este respecto, los aspirantes a cargos públicos máximos verían seriamente deteriorada su imagen pública. Por eso se empeñan en organizar la producción en serie del misil "Bulava", aun no puesto a punto, volviendo a prometer que la Armada adoptaría el nuevo submarino junto con el nuevo misil estratégico.
En honor a la verdad, de las declaraciones del almirante Masorin se desprende que se prevé fabricar en serie no el misil íntegro sino que las unidades y etapas del mismo que demostraron su elevada confiabilidad. Una vez terminadas las pruebas oficiales de "Bulava-M", las mencionadas unidades y etapas servirán de base para la fabricación de misiles que serían instalados en los submarinos "Dolgoruki", "Monomaj", "Nevski" y "Dmitri Donskoi".
Importa señalar que "Dmitri Donskoi", submarino estratégico lanzamisiles pesado proyecto 941 clase "Akula" ("Typhoon", según la clasificación de la OTAN) también portaría "Bulava-M", después de que terminen las pruebas del mismo. A diferencia del proyecto 955, "Akula" contará con 20 lanzadores de misiles lo que permitiría aumentar en 200 cabezas el arsenal ruso de disuasión nuclear marítima.
El proyecto prosperará, siempre y cuando "Bulava" no caiga víctima de juegos políticos.
Fuente: [color=336600]Red Voltaire – 11.09.2007[/color]