Sicko, una película que enferma a Estados Unidos. Entrevista a Michael Moore
TRANSCRIPCIÓN NO EDITADA
AMY GOODMAN: Michael Moore entró en acción. El miércoles, el cineasta ganador del Oscar testificará en el Congreso. Luego va a Nuevo Hampshire para cuestionar a los candidatos presidenciales – demócratas y republicanos – en cuanto al sistema de previsión sanitaria de la nación.
¡Oh!, y su último documental, “SiCKO,” va a ser estrenado esta semana en miles de cines. La película es una ferviente acusación contra el sistema de salud de EE.UU. No se concentra en los más de 40 millones que no tienen previsión sanitaria, sino en los 250 millones que la tienen – muchos de los cuales son abandonados precisamente por el servicio sanitario por el que han pagado durante décadas.
Ayer me senté junto con Michael Moore en el Tribeca Cinema aquí en Nueva York, después de una proyección preliminar para los trabajadores del 11-S que se enfermaron después de trabajar en el entorno tóxico de Campo Cero. Luego realizó un evento de recolección de fondos para el Centro por la Justicia y la Democracia, un grupo de reforma de injusticias. Comencé preguntándole lo que le inspiró a hacer la película.
MICHAEL MOORE: Bueno, en realidad – tuve un programa en la televisión en los años noventa llamado “TV Nation,” y un día simplemente pensé que sería interesante realizar una competencia. Así que enviamos camarógrafos a una sala de primeros auxilios en Fort Lauderdale, otro equipo a una en Toronto, y otro a una en La Habana. Y cada equipo debía esperar hasta que alguien llegara con un brazo o una pierna quebrada. Y entonces iban a seguir a esa persona a través del sistema y ver la calidad del cuidado, con qué rapidez se realizaba y lo económico que era. Y convencí a Bob Costas y a Ahmad Rashad, locutores de programas deportivos, para que realizaran la descripción de lo que pasaba en el instante, lo que llamamos, la Olimpíada de la Salud. Y así, fue una carrera entre EE.UU., Canadá y Cuba. Y para decirlo con pocas palabras, Cuba ganó. Tuvieron la atención más rápida, el mejor cuidado, y no costó nada.
Esa semana entregamos el show a NBC, y recibimos un llamado del censor. No lo llaman “el censor,” lo llaman Estándares y Prácticas. Y así, esa mujer nos llama. Es la jefa de Estándares y Prácticas – la doctora Algo. No me acuerdo – realmente decía doctora antes de su nombre, pero no me acuerdo de su apellido. Pero ella llama, y me dice: “Mike, Cuba no puede ganar.” Yo digo: “¿Qué?” “Cuba no puede ganar.” “Bueno, ellos ganaron. ¿Qué quiere decir conque no pueden ganar? Ellos ganaron.” “No, no podemos decir eso en NBC. No podemos decir que Cuba ganó.” “Bueno, sí ¡pero ellos ganaron! Aseguraron la atención más rápida. Fueron los más baratos. Y el paciente quedó contento, y le arreglaron el hueso.” “No, eso va contra nuestras regulaciones.” Yo le dije: “¡Oh!, bueno, no lo voy a cambiar.”
Bueno, lo cambiaron. Lo cambiaron. Dos días después, cuando lo transmitieron, lo cambiaron para que Canadá ganara. Y Canadá no ganó. Canadá casi ganó, pero cobraron al sujeto 15 dólares por unas muletas a la salida. Así que hasta hoy me fastidia que cualquiera que haya visto ese episodio, sabes, donde decía: “y Canadá ganó la Olimpíada de la Salud,” y en realidad fue Cuba, pero eso no se podía decir en NBC, porque sólo Dios sabe lo que podría ocurrir.
Así, en todo caso, entonces me puse a pensar por primera vez en ese tema, y luego cuando tuve mi próximo show, “The Awful Truth” [La terrible verdad], seguimos a un tipo que tenía seguro de salud, pero su compañía de seguro sanitario no aprobó la operación que necesitaba, que podía salvar su vida. Así que llevamos al individuo a la central de Humana, la HMO [Organización de Mantenimiento de la Salud) en Louisville, Kentucky; lo llevé allí a ver a los ejecutivos. Nos pusieron de patitas en la calle. Así que salimos al césped y celebramos el funeral del hombre, con él presente. Llevamos a un cura, y un ataúd y portadores del féretro, con gaitas y, ya sabes, “Sublime Gracia” y todo el aparato. Y los ejecutivos lo miraban desde el piso superior y se horrorizaron que fuera a ser transmitido por la televisión nacional. Tres días después, llamaron y le dijeron al tipo: “Vamos a aprobar la operación.” Y el hombre sigue vivo.
Y yo pensé en aquel entonces, vaya, sabes, cosa de diez minutos, y salvamos la vida de un tipo; ¿qué podríamos alcanzar si lo hiciéramos en una película de dos horas? Y así, fue como la génesis de esto, aunque la película no terminó por ser una serie de historias sobre, sabes, salvar vidas individuales, porque a medida que me metía en esto, me di cuenta de que existe una historia mucho, sabes, mucho más grande que hablar del sistema en sí.
AMY GOODMAN: Bueno, cuéntanos de los trabajadores del 11-S y cómo te involucraste con toda esa gente que se enfermó. Acabamos de salir de una de las primeras proyecciones antes del estreno de la película, con trabajadores del 11-S que están enfermos.
MICHAEL MOORE: Exactamente. Bueno, como sabes, aquellos de nosotros que en Nueva York, donde desde el 11-S, muchos de esos trabajadores que acudieron corriendo a ayudar el 11-S que no eran empleados de la ciudad ni del Estado, que eran simplemente voluntarios – quiero decir, algunos cruzaron desde Nueva Jersey y vinieron y ayudaron... Eran tal vez bomberos voluntarios de Nueva Jersey, algunos eran voluntarios de EMT [medicina de emergencia], y fueron a ayudar. Algunos se quedaron durante meses en el esfuerzo de recuperación. Y los afectaron todas esas enfermedades, enfermedades respiratorias y cosas semejantes, de respirar, de todo, sabes – mientras la EPA [Agencia Estadounidense de Protección Ambiental] decía, Giuliani decía, todo va bien. Sabes: vayan y respiren tranquilos. En realidad, como sabemos ahora, fue muy tóxico allí. Y cientos, tal vez incluso miles, han sufrido como resultado de la toxicidad en el aire de entonces.
Y luego, para descubrir que nuestro propio gobierno y todos esos fondos del 11-S no suministran ninguna ayuda para esos voluntarios, porque no eran empleados de la ciudad. Así han estado sufriendo todas esas enfermedades – y algunos de ellos sin ver siquiera a un médico o no pueden permitirse las operaciones o las cosas que necesitan, las medicinas que necesitan, porque no tienen seguro médico. Y ahora no pueden trabajar, así que están discapacitados, y tienen que pasar por toda un papeleo para tratar de conseguir Medicaid [un programa que brinda atención médica a algunos individuos y familias con ingresos y recursos escasos]. Es sólo – quiero decir, da pena ver que los hagan pasar por un trámite tras el otro. Y así, llegamos a conocer a algunos.
Y al mismo tiempo, vi ese asunto en C-SPAN [cadena de cable que transmite los eventos del Congreso, la Casa Blanca y otras agencias federales], cuando el senador Frist fue a Guantánamo, porque querían mostrar cómo, sabes, damos buen cuidado a los detenidos, sabes, que todos reciben un tratamiento de prisioneros de la mejor categoría. Y una de las cosas sobre las que quería decir algo – Mr. Frist – era lo buena que era la atención sanitaria – [/i]
AMY GOODMAN: El doctor Frist.
MICHAEL MOORE: Sí, perdóname, el doctor Frist. Un doctor más. Entonces presentó esa lista, sabes – están todos los colonoscopios que hemos estado haciendo, sabes. Y, por cierto, lo primero que pensé cuando escuché eso, pensé: “¿colonoscopios? Mira, la mayor parte de esos detenidos tienen veinte o treinta años. Sabes, realmente – no necesitas que te hagan un colonoscopio hasta que tengas cincuenta.” Así que esa debería haber sido una primera clave de que algo iba mal en Guantánamo. Pero él tiene toda esa lista, Amy, de cuántas limpiezas de dientes les han hecho a los detenidos, cuántos empastes de las raíces. Dan consejos de nutrición.
AMY GOODMAN: ¿Hablan de la alimentación forzada de prisioneros en huelga de hambre?
MICHAEL MOORE: Sí, bueno, por cierto. Es lo que llaman “consejos de nutrición.” Y así, lo convirtió en parte de esa gran cosa, sabes, sobre el maravilloso trato que reciben allí, y que no nos debiéramos preocupar para nada por ellos. Bueno por cierto, una ironía se suma a la otra, sabes. Y pensé, bueno, aquí tenemos a los trabajadores de rescate del 11-S que no pueden conseguir ninguna atención sanitaria. Ahí los tenemos pregonando cómo tienen atención sanitaria universal, atención dental, atención a la vista, consejos de nutrición, para los detenidos. Y pensé, bueno, ¿por qué no llevamos a nuestros trabajadores del 11-S a Guantánamo y vemos si podemos conseguir una parte de esa atención sanitaria gratuita de la que se vanaglorian tanto? Y así, esencialmente, cuando ves la película – no quiero revelarlo todo – pero es esencialmente lo que vamos a hacer.
AMY GOODMAN: ¿Cómo llegaron allí?
MICHAEL MOORE: ¡Caramba! Quisiera podértelo decir. Sabes, ahora el gobierno de Bush me está investigando por ese viaje que hice: dicen que fuimos a Cuba, pero mi punto es, no, íbamos a la Bahía de Guantánamo, que ustedes pretenden que es suelo estadounidense, así que en realidad nunca abandonamos EE.UU. Quiero decir, salimos de Miami en el barco, y terminamos en la Bahía de Guantánamo, que ustedes reivindican como aguas estadounidenses. Y así – pero, desde luego, sabes, terminamos entonces, en la verdadera nación de Cuba. Y verás en la película el maravilloso tratamiento que los trabajadores del 11-S y los otros que llevé recibieron de los doctores cubanos y del sistema de atención sanitaria cubano. Pero, ahora me están investigando.
Y quiero decir, tú has estado allá. ¿Has recibido alguna vez esa carta que amenaza con una acción civil y penal en contra tuya? O –
AMY GOODMAN: No la recibí.
MICHAEL MOORE: Sí ¿ves? Tú eres Amy Goodman. Deberías recibir la primera carta. ¿Por qué me escogen a mí? En todo caso, así es, me encuentro en medio de esto, así que no debo realmente – no quiero decir públicamente todavía cómo llegamos realmente allá, pero realmente tenemos un barco en la película, ves, y estamos realmente en la Bahía de Guantánamo. Y probablemente nunca has visto a alguien que haya realmente navegado a la Bahía de Guantánamo. Cuando veas la película, lo verás, sabes, por primera vez. Y, sabes, yo soy el capitán.
AMY GOODMAN: ¿Temías a las minas o lo que pensabas que podrían ser minas?
MICHAEL MOORE: Sí. En realidad, tenía más miedo de lo que nos apuntaba desde la torre de vigilancia del lado estadounidense de esa línea de demarcación que hay en la bahía. Y tengo que decir – quiero decirte – pienso que esto lo puedo decir – el gobierno cubano no estaba exactamente contento con mi idea de navegar a la Bahía de Guantánamo, porque no querían un incidente que provocara a los estadounidenses o les diera una excusa para hacer algo contra Cuba. Y especialmente porque era yo, sabes, los cubanos perciben que Mr. Bush no me quiere mucho, y ahí llego, pellizcándoles la nariz en Guantánamo, y podía pasar cualquier cosa. Así que realmente tuvimos que hablar mucho con los cubanos para convencerlos de que permitieran que utilizáramos sus aguas para acercarnos a las aguas estadounidenses allí en la bahía.
AMY GOODMAN: ¿Está minada esa área?
MICHAEL MOORE: Bueno, es lo que dicen, sí. Sí, sí. Bueno, creen que los estadounidenses la han minado, sabes, para que ningún cubano pueda entrar. No sé lo que los cubanos –
AMY GOODMAN: ¿Cubanos que tratarían de meterse en Guantánamo a la prisión?
MICHAEL MOORE: Entrar furtivamente, sí. ¡Eh! no me pidas que explique las acciones de los militares estadounidenses. Yo, sabes – no sé qué los cubanos – no me gusta decirlo, pero, ya sabes, cuando estuvimos allí, no parece que haya una inmensa fuerza de defensa cubana, si los estadounidenses decidieran invadir realmente de nuevo, por lo menos por esa ruta. Pero estoy seguro de que tienen algo planeado si los estadounidenses llegaran a hacerlo.
AMY GOODMAN: Los trabajadores de emergencia que llevaste a Cuba; habla del sistema de atención sanitaria en ese país.
MICHAEL MOORE: Bueno, ya sabes, cuando dicen que hay un doctor en cada manzana, no es un cliché. Quiero decir, están realmente – Cuba, por persona, tiene tantos doctores más que nosotros. Sabes, ha habido una escasez de doctores en EE.UU. durante mucho tiempo, y ha sido en gran parte porque la AMA [Asociación Médica de EE.UU.] no quiere que haya más estudiantes en las escuelas de medicina, porque creen que si mantienen bajo el número de doctores, esos doctores reciben más dinero, a diferencia de si tuviéramos un montón de doctores, tendrían que repartir un poco más el pastel, así que...
Pero los doctores cubanos, el sistema de atención sanitaria cubano, me impresionaron mucho. Toda la gente que llevamos allá estaba extremadamente contenta con el tratamiento que recibieron. Pero se concentran mucho en la prevención y, porque lo hacen, terminan sin tener que gastar un montón de dinero en su atención sanitaria. No tienen el dinero necesario. Es un país muy pobre, como sabes. Y me impresionó mucho. Y, sabes, con lo poco que tienen para utilizarlo en su sistema de atención sanitaria, terminan viviendo más que nosotros. Tienen una tasa inferior de mortalidad infantil que nosotros. En una serie de aspectos, están igual o mejor que nosotros.
AMY GOODMAN: Pregunté a Michael sobre el hecho de que EE.UU. esté al nivel treinta y siete del mundo por la calidad de su atención sanitaria.
MICHAEL MOORE: Sí. Estamos detrás de Costa Rica, pero mejor que Eslovenia. Y es según la Organización Mundial de la Salud. Es bastante patético que el país más rico del mundo esté en el lugar treinta y siete.
AMY GOODMAN: Michael Moore, analizas tres – en realidad cuatro – sitios: Francia, Gran Bretaña, Cuba, en los que has estado, y luego vas a visitar a tus parientes en Canadá.
MICHAEL MOORE: Sí.
AMY GOODMAN: Hable de esos sitios y lo que tiene cada cual. Uno habla con, por ejemplo, Tony Benn, el parlamentario, en Gran Bretaña. Hablé de lo que tienen y cómo se ha originado. Luego hablaremos de cómo obtuvimos lo que tenemos aquí.
MICHAEL MOORE: Bien. Bueno, los canadienses, tienen un excelente sistema que cubre a todos, y la gente allá está muy contenta con él. Básicamente, no pagas por nada. Escoges a tu propio doctor. Si tienes que ir al hospital, escoges tu propio hospital. Hay libertad de elección. Y, sabes, oyes a los críticos del sistema canadiense en este país que hablan de que: “¡Oh!, los canadienses, tienes que hacer cola, sabes, antes de que te cambien una rodilla, o tienes que esperar una cantidad x de semanas, sabes, cuando en EE.UU. no tienes que esperar.” Sabes, cuando oigo eso, pienso, bueno, es lo que haces cuando tienes que compartir el pastel. A veces tienes que esperar. Es como, supongo que no forma parte de nuestra mentalidad de estadounidenses: esperar. Sabes: ¡dámelo ahora mismo! Bueno, sabes, a veces, cuando tú – como dije, cuando estás compartiendo el pastel, obtienes la primera tajada, no tienes que esperar; a veces te toca la tercera tajada; a veces te toca la última. Pero lo importante que hay que recordar es que todos reciben una tajada. Las cosas no son así en este país.
Ahora, el sistema británico es realmente de propiedad del gobierno, en el sentido de que el gobierno es dueño y dirige los hospitales, el gobierno emplea a los doctores. Y así, trabajan para el gobierno, así que es un programa de propiedad, dirigido y controlado por el gobierno en Gran Bretaña. Y de nuevo, sabes, todo es gratis. Y ves los hospitales en la película. La gente está contenta con el sistema. Y, sabes, si conoces a alguien que alguna vez haya viajado a esos países, que han tenido la experiencia de tener que ir a un hospital canadiense o un hospital británico – quiero decir, como lo dice una mujer en la película: pensó que iba a ser algo deslucido, horrible – como salido de una novela de Dickens o de la antigua Unión Soviética o algo. Y fue, y resultó ser: “¡Guay! ¡Esto es increíble!”
Francia, sin embargo, es probablemente, si no lo mejor, cerca de lo mejor que vimos.
AMY GOODMAN: Siguiendo con Gran Bretaña, quisiera transmitir un clip.
MICHAEL MOORE: Este señor quebró su tobillo. ¿Cuánto le costaría? Le pasarán una tremenda factura cuando esté listo ¿verdad?
TRABAJADOR ADMINISTRATIVO DEL HOSPITAL DEL SERVICIO NACIONAL DE SALUD [NHS]: Aquí no. Todo es simplemente gratuito.
MICHAEL MOORE: Le estoy preguntando por los costos del hospital, y usted se ríe. Aunque tenga seguro, tiene que haber una factura en algún momento.
¿Cuánto le cobraron por ese bebé?
PADRE RECIENTE: No, no, no. Todo lo paga el NHS.
MADRE RECIENTE: Esto es el NHS.
PADRE RECIENTE: Esto no es EE.UU.
MICHAEL MOORE: Así que aquí viene la gente a pagar su factura cuando termina su estadía en el hospital.
CAJERO DEL NHS: No, esto es el hospital del NHS, así que no pagas una factura.
MICHAEL MOORE: ¿Por qué dice ‘cajero’ aquí si la gente no tiene que pagar una factura?
TRABAJADOR ADMINISTRATIVO DEL HOSPITAL DEL NHS: ... Sólo significa que aquí te devuelven tus gastos de transporte.
MICHAEL MOORE: Así que en los hospitales británicos, en lugar de que el dinero entre por la ventanilla del cajero, el dinero sale.
MICHAEL MOORE: Sí, me miran como si viniera de Marte cuando les pregunto a los británicos, cuánto pagaron por esto, aquello o cualquier cosa.
AMY GOODMAN: ¿Así que cómo lo estás organizando? Mientras estrenas esta película en miles de cines en todo el país en las próximas semanas, también trabajas con sindicatos, trabajas con YouTube, con Oprah, testificas ante el Congreso. Cuéntanos.
MICHAEL MOORE: Sí. Es una especie de extraña convergencia. Pero ¿sabes qué? Es porque este problema afecta a todos los estadounidenses. Y todo tipo de gente y grupos se están poniendo en contacto conmigo y quieren involucrarse en esto. Y así, vamos a tener un esfuerzo organizador muy fuerte a través de la Asociación de Enfermeras de California, a través de Médicos por un Plan Nacional de Salud. MoveOn va a mostrarse muy activo e involucrado en el asunto. De esta manera, muchos de los grupos y uniones que están a la izquierda se están organizando alrededor del tema. Pero también hay, sabes, cosas, como dijiste, como YouTube, gente como Oprah, que ha decidido convertir esto en un tema muy importante, porque es algo que a ella la preocupa mucho. Estuve en su show hace un par de semanas, y ella pidió a sus admiradores que envíen sus historias de horror de la salud a su sitio en la Red cuando se estrene la película. Ella hará un acto público sobre este tema en otoño. Así que yo –
AMY GOODMAN: ¿YouTube?
MICHAEL MOORE: YouTube, de nuevo, está pidiendo que la gente grabe sus historias en vídeo y las coloque en YouTube, y va a haber toda una sección en YouTube de gente que informa sobre lo que la compañía de seguro les hizo a ellos o a un miembro de su familia o a un amigo, o el hospital o la compañía farmacéutica, donde tienen que pagar por medicinas, o sobre medicamentos que no pueden obtener.
Así que pienso que tendremos lo que llaman un efecto viral, en el sentido – y espero que así sea – de que la gente, que esa gente, pueda expresarse. Y de otra manera la gente está sentada en su casa en todo el país, sufriendo y sin preguntarse cómo alguna vez puede ser escuchada. Y espero que a través de mi sitio en la Red, a través de la Asociación de Enfermeras de California, a través de YouTube, a través del sitio de Oprah, a través de otros que vayan a participar, y creo que vamos a conocer lo que realmente están sufriendo los estadounidenses. Y tengo que creer que algo bueno va a salir de esto. Y vamos a presionar duro a los candidatos al respecto, especialmente a los demócratas.
AMY GOODMAN: ¿Vas a hacer una segunda película, acosándolos? ¿Vas a tener a un hombre vestido de pollo siguiéndolos?
MICHAEL MOORE: ¡Oh!, te refieres a nuestro pollo combatiente contra el crimen corporativo en nuestro antiguo show en la televisión. Gracias por recordarte de ese pollo. No, en realidad vamos a ir a Nuevo Hampshire a fines de esta semana. Y vamos a publicar información para el público sobre quién compró y pagó por los candidatos que se presentan para presidentes y para puestos públicos.
AMY GOODMAN: ¿Hasta qué punto son comprados y pagados?
MICHAEL MOORE: Bueno, tendrás que esperar hasta el fin de semana para oír la respuesta. Pero déjame decir sólo que no será bonito. Odio decirlo ¿pero sabes qué? Y de nuevo, quiero decir, me gusta una buena parte de los candidatos que se están presentando, por una serie de razones. Pero, sabes, si todos nos lanzamos a apoyarlos demasiado rápido, sin obligarlos a adoptar buenas posiciones sobre estos temas, no creo que vayamos a llegar a ninguna parte. Los demócratas ya han demostrado que desde la elección de noviembre, que irán lento si les es posible. Y así – ya hemos visto cuál es la posición de Hillary sobre esto, y, por cierto, con su posición sobre la guerra, hace que a gente que de otra manera le gustaría votar por ella, que quisiera ver a nuestra primera mujer presidenta, le sea muy difícil votar por ella, porque simplemente no puede apoyar a alguien que apoyó durante tanto tiempo la guerra y que recibe contribuciones tan grandes de la industria de la salud.
AMY GOODMAN: Michael Moore, ¿le sorprendió algo que descubrió al hacer esta película?
MICHAEL MOORE: Sí, constantemente – hay que una cosa que realmente me impresionó. Cuando estaba entrevistando al doctor británico, y le preguntaba cuánto estaba ganando – sabes, gana algo como un poco menos de 200.000 dólares al año – y me dijo: “Pero mi sueldo se basa en la calidad del trabajo que hago. Si logro que una mayor cantidad de mis pacientes deje de fumar este año o si reduzco su colesterol o su presión sanguínea o su azúcar, gano más. Así que esto se basa realmente en cuán saludables son mis pacientes. Así que tengo un incentivo para hacer realmente un buen trabajo para ganar dinero.”
Y pensé, ¡caramba!, aquí es todo lo contrario. Aquí mientras más gente fume o no coma bien, o lo que sea, que termine con enfermedades o afecciones, eso significa más dinero para las compañías farmacéuticas, más dinero para los doctores, más dinero para los hospitales. Todos ganan cuando te enfermas.
Y me llevó a pensar mucho sobre mi propia persona, porque cuando yo estuve allí y me dije: tal vez una forma de hablar a la gente, una forma de derrotar al sistema, por lo menos a este sistema, es que todos debiéramos tratar de cuidarnos un poco mejor, y comenzar por el número uno, yo mismo. Y así, comencé a comer frutas y vegetales. No sé si has oído hablar de esas cosas, pero son de diferentes colores y son crujientes, y, sabes, son muy buenas para ti, si no las has probado. Sabes, tu madre está sentada allá. No sabes si yo debiera subrayar esto, pero tu mamá está sentada allá, y se ve como si hubiera hecho un buen trabajo enseñándote la importancia de frutas y vegetales.
AMY GOODMAN: Hizo un buen trabajo.
MICHAEL MOORE: Sí. Y dijo que tú fuiste una niña excelente, a propósito. Nos perdimos eso sin filmarlo, pero quiero que nuestros espectadores y radioescuchas sepan que tu mamá aprueba en mucho que seas como eres.
El otro aspecto, es que comencé a ir a dar un paseo cada día. Así que salgo de paseo durante algo como media hora por día, y simplemente – me siento 100% mejor. He perdido 14 kilos. No te preocupes. No voy a – no me vas a ver en un vídeo de gimnasia como el de Jane Fonda, ni nada. Sólo digo, sin embargo, que si sólo – cada uno de nosotros – si todos simplemente hiciéramos un par de cosas para cuidarnos mejor, podemos evitar este demencial sistema de salud. ¿Y sabes qué? Pienso que también es mejor para el planeta. De nuevo, consumimos tantas cosas en demasía como estadounidenses, y todo lo que necesitamos es pensar un poco en la forma cómo nos comportamos. Así que – y lo digo por mi propia persona, comienza conmigo.
[i]*Amy Goodman. Nació el 13 de abril de 1957 en New York, Estados Unidos. Periodista y escritora. Conductora del programa radial Democracy Now! (Democracia Ahora!).[/i]
Trailer - Avance de Sicko (sin estreno previsto en la Argentina)
http://www.michaelmoore.com/sicko/trailer/
Página oficial de Sicko
http://www.sicko-themovie.com/
Fuente: Democracy Now! / Rebelión – 22.06.2007
Traductor: Germán Leyens