Avances de la década (y problemas del quinquenio)
Los desarrollos macroeconómicos impulsados durante 2002-2003, ratificados y profundizados luego por las tres administraciones elegidas por el voto ciudadano después del derrumbe de 2001 han sido -más allá de los errores- muy eficaces para asegurar una recuperación económica sostenida; una notable mejora del nivel, la calidad y la retribución del empleo; una gran disminución de los niveles de pobreza e indigencia; y, además, una mejora significativa en la distribución de los ingresos. En sólo tres años, se alcanzaron los niveles de actividad económica previos a la debacle y hacia el Bicentenario (2010) Argentina pudo mostrar una situación laboral más parecida a la predominante un cuarto de siglo atrás que a la heredada de la caída del 2001.