Un barrio, demasiadas ausencias / Silvina Heguy - María Eugenia Cerutti*
Desde hace años las mariposas no han vuelto a invadir una de las esquinas de Ezpeleta. La señora Gladys Solioz las extraña, sobre todo en septiembre, cuando, en lugar de verlas teñir de colores ese lote descampado que hacía las veces de plaza, sólo ve un paredón blanco que oculta una estación de energía eléctrica. El hecho de que las mariposas no hayan vuelto a Ezpeleta podría parecer una noticia que sólo lamentaría un lepidopterólogo. Pero en este barrio de clase media, a treinta minutos al sur de Buenos Aires, es sólo el comienzo de una lista de ausencias. Gladys Solioz no sólo extraña la ausencia de las mariposas: lamenta sobre todo la muerte de sus vecinos. "En esta casa vivía una señora que murió de cáncer. Al lado, fueron dos los enfermos. Y acá, en ésta de jardincito, vivía un nene de cuatro años que falleció de leucemia", repasa, y parece una especie de guía de turismo funerario.
Mientras la justicia se despereza, Gladys Solioz actualiza con frecuencia su mapa de cruces en Ezpeleta. No puede olvidarse de las mariposas desaparecidas ni de sus vecinos enfermos ni –mucho menos – de su padre muerto. La mayoría de los sobrevivientes vive ahora con las cicatrices que les dejó el cáncer en sus cuerpos, y exigen que trasladen la subestacióneléctrica a otra parte. No quieren mudarse del barrio en el que crecieron. Saben que si ellos se van, vendrán otros y se enfermarán. Y quieren que algún día las mariposas vuelvan a invadir Ezpeleta.
Nota: Este trabajo fue ganador del Primer Premio 2007 en Fotografía para la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, fundación de la cual es Presidente del Consejo de Administración el escritor colombiano Gabriel García Márquez.
*Silvina Heguy. Periodista. sheguy@clarin.com
*María Eugenia Cerutti. Ex tallerista de la FNPI. Nominada al Premio Nuevo Periodismo CEMEX+FNPI en la quinta convocatoria por el trabajo “U31 – Cárcel de mujeres”. Es fotoperiodista del diario Clarín, de Buenos Aires; publica sus imágenes en la revista Etiqueta Negra y Gatopardo. Estudió Comunicación en la Universidad de Buenos Aires y fotografía en el Taller de Fotografía Creativa de Eduardo Gil, en la Escuela de Andy Goldstein, en la Escuela Argentina de Fotografía y en la Escuela Nacional de Fotografía. Ha colaborado para las revistas Acción y Luna.
Esta nota es apenas una síntesis del libro que ambas publicaron llamado “132.000 VOLTS. EL CASO EZPELETA” de Editorial La Marca
Fuente: [color=336600] Clarín – 10.12.2006[/color]