Una vez más el crimen de la guerra
Una vez más la prepotencia imperial apela a la fuerza brutal de su poderoso arsenal destructivo, para intervenir en una región convulsionada bajo el pretexto no comprobado de la existencia de armas químicas.
Algo similar se utilizó como argumento para justificar la invasión a Irak, cuyos resultados son ampliamente conocidos: millares de muertos y ningún atisbo de armamento de destrucción masiva.
El objetivo ha quedado claro: el dominio de fuentes de petróleo para abastecer el modelo depredador del país que consume el 25 por ciento de la energía mundial.
Esta vez el peligro de una escalada belicista en Siria y sus países vecinos amenaza con la extensión del conflicto a niveles impredecibles.
Para los cooperativistas, defensores de la paz y la convivencia fraternal entre los pueblos del mundo, el gran desafío de hoy y siempre es crear las condiciones para satisfacer las necesidades de los millones de personas que habitan el planeta, garantizando las condiciones para la vigencia de la democracia, la autodeterminación de los pueblos y el respeto irrestricto a los derechos humanos.
Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos - 3 de septiembre de 2013