Mucho depende de las empresas
La Fundación Observatorio PyME realiza también el seguimiento de la actividad exportadora de un grupo de pequeñas y medianas empresas industriales. De su evolución reciente y de la necesidad de prepararlas para poder competir con mayores posibilidades en los mercados internacionales, habló el doctor Vicente N. Donato en el seminario organizado por la Cámara de Exportadores de la República Argentina.
Una radiografía del desempeño de las PyMES exportadoras
Si desde la dolosa aventura de los hermanos Lehmann el comercio del mundo se ha empequeñecido, aún creciendo en mares bravíos, habrá que mirar más alto y más lejos para observar el avance de nuestras pequeñas y medianas empresas exportadoras (PyMEX) en este universo cada vez más hostil pero menos distante en posibilidades de acentuar presencia mercantil albiceleste en tierras lejanas. Las ventas externas de unas 6 mil empresas del segmento en la última década muestran un comportamiento suficientemente estable como para fortalecer posiciones y explorar nuevas rutas. Como veremos, eso sugieren los especialistas del Instituto de Estrategia Internacional de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (IAE/CERA) en dos recientes trabajos que se comentan en estas páginas.
Realidades y desafíos de la re-industrialización argentina
Re-industrialización argentina ¿Mito o Milagro?
Los 10 años posteriores a la caída de la Convertibilidad fueron escenario de cambios relevantes en la estructura productiva, ocupacional y distributiva de nuestro país. La salida del cepo cambiario en 2002, junto a la fuerte expansión de la demanda interna (final e intermedia) y externa, traccionaron notablemente la producción de bienes y servicios. Al mismo tiempo, se ensayaron políticas que permitieron separar -al menos parcialmente- la caída inicial en los salarios reales del dinamismo y expansión de la demanda agregada(1). A partir de 2003, el esquema económico que se fue configurando permitió combinar altas tasas de crecimiento con mejoras cualitativas en la dinámica macroeconómica, productiva y social.
Sobre la base de espacios de rentabilidad más amplios e inclusivos para la diversidad de actores y tramas productivas, la mayoría de las actividades sanearon su delicada situación patrimonial y financiera, ganaron competitividad e iniciaron una trayectoria de expansión. Las consecuencias inmediatas fueron un notable aumento en la producción de bienes, acompañada por una intensa generación de nuevos puestos de trabajo y un mejoramiento de los indicadores de calidad del empleo. La industria manufacturera fue protagonista del crecimiento experimentado por la Argentina y se convirtió en uno de los sostenes más importantes, revirtiendo el proceso de desindustrialización observado desde mediados de los ‘70.