Argentina, ¿país sin ferrocarril?

 

En la década de 1990, en el marco de la reforma del Estado impulsada por el presidente Carlos Menem, se procedió a la privatización del servicio ferroviario en Argentina. El proceso privatizador suscitó cambios estructurales tanto en las pautas de organización del servicio ferroviario, como en las dimensiones de la infraestructura habilitada. Si bien este proceso de transformación tuvo gran repercusión en su momento, es notable el vacío de información existente sobre su magnitud, en particular es notable la ausencia de estadísticas oficiales, lo que probablemente deba atribuirse a la inexistencia de un organismo regulador.

Una mirada actual al ferrocarril de cargas en la Argentina

El transporte ferroviario de cargas en la Argentina desde la óptica de las políticas de Estado, es el tema que ocupa –y preocupa- en particular a esta presentación. La propuesta se focaliza en analizar el rol que le cabe a este medio de transporte como impulsor del desarrollo productivo nacional, en especial para las economías regionales extra pampeanas. Las políticas adoptadas en estos años señalan una tendencia creciente a ganar presencia - por parte del sector público- en el modelo de gestión ferroviaria, pese a sostener la operatoria privada como responsable de la prestación de los servicios. Se identifican distorsiones entre propuesta y acción al tratar de responder al interrogante de hacia dónde se dirige la restructuración del ferrocarril de cargas en la Argentina.

China y su era del ferrocarril

En 1825, Willam George Allen, consejero del primer ferrocarril interurbano de Gran Bretaña, entre Liverpool y Manchester, predijo que los trenes serían “sumamente ventajosos para nuestro comercio y que si no los adoptamos, lo harán nuestros rivales”. No se equivocaba, y en el siglo XIX la expansión de los ferrocarriles por Gran Bretaña y EE.UU. contribuyó a la transformación de ambas naciones en potencias industriales.

El pensamiento actual del gobierno chino es notablemente similar al de Allen. En los últimos 20 años, hizo grandes inversiones en ferrocarriles para convertirlos en sostén y facilitador del desarrollo económico. Pero en los últimos 6 años, el nivel de inversión alcanzó nuevos récords.