América Latina desafía al Gran Hermano
Desde el final de la segunda guerra mundial, Estados Unidos impuso un estado de conflicto permanente en el sistema internacional. Con el objetivo de legitimar el creciente poder de la CIA y el Pentágono para determinar las necesidades militares estratégicas del país del norte, se reforzó la idea de que Estados Unidos tiene el deber de liderar, salvar y transformar el mundo. Este credo, que se remonta a la época del destino manifiesto, es el que fundamenta la disposición del Pentágono a desarrollar una capacidad militar muy superior a la necesaria para garantizar la defensa nacional.