Modo de vida imperial
En el apogeo de los gobiernos progresistas, el crecimiento vertiginoso provocado en base a un neoextractivismo desbocado invalidaba las discusiones sobre sus consecuencias ecológicas y también sobre los modos de inclusión social basados en el consumo luego de décadas de crisis. Años más tarde llegó la debacle económica y ardió el fuego ambiental en Argentina y otros países de la región y el mundo. Dos académicos y activistas desarrollan una crítica del modo de vida en los países centrales pero también en nuestros países periféricos que soñaron con serlo.
El engranaje de las crisis
Hace diez años estallaba la mayor crisis financiera desde 1929. Aunque los banqueros hayan retomado sus actividades habituales, el shock económico continúa y el descrédito hacia el mundo de la política es cada vez mayor. A estas dos crisis se suma la ecológica, que amenaza la existencia misma del planeta.
Las fases del desarrollo de la crisis ecológica capitalista
Homo sapiens, nuestra especie, tiene por naturaleza el producir socialmente su propia existencia. Lo hace a través del trabajo, gracias al cual transforma en valores de uso los recursos naturales que no consume como tales. Mediación indispensable entre la humanidad y su entorno, este trabajo es una actividad consciente: su resultado preexiste en el cerebro del productor bajo la forma de un proyecto que el trabajador adapta a medida que se ejecuta y del que hace luego un balance.