XII Jornadas Giberti: conflictos y propuestas para la cuestión de la tierra en la Argentina
Investigadores de diversas provincias analizaron el problema de la propiedad y la distribución de la tierra en el país.
Guernica: la propiedad privada y otros derechos en danza
Una sentencia que criminaliza a los ocupantes. Las negociaciones, avances, retrocesos. La necesidad de continuarlas. El operativo policial, injusto y violento. La necesidad de investigar. Berni en campaña punitivista. Un vistazo al conflicto de la familia Etchevehere.
La pesada herencia
El acceso de las mujeres a la tierra es problemático. Su interés por el campo suele ser deslegitimado: mecanismos jurídicos, políticos y culturales operan en su “tutelaje” e invisibilización. Por eso, que Dolores Etchevehere haya tomado posesión de las hectáreas que considera propias para desarrollar un proyecto agroecológico -y en el suelo más rico del país-, desconcierta. Johana Kunin analiza el lugar simbólico del género para habilitar enunciados, los repertorios de cuidado de las mujeres rurales y su inercia de poner el cuerpo, en público, en la primera línea.
¿Las ocupaciones de suelo como política de vivienda?
Las ocupaciones (nos gusten o no) son una forma de acceso al suelo urbano para los sectores populares en toda América Latina y otras regiones del mundo. ¿Por qué? Porque muchas familias no pueden acceder al mercado del suelo o la vivienda y las políticas públicas de oferta de vivienda o suelo urbano servido son muy escasas en relación a la demanda.
El costo de vida
En la teoría económica, el principal componente del costo de la vida son los alimentos, es más, los economistas llamados clásicos (Adam Smith, David Ricardo, James Stuart Mill, y otros) hablaban de la ley de bronce del salario que es el valor de los alimentos, por eso, por ejemplo, David Ricardo igualaba al salario al costo del trigo, e infería que si se bajaba el costo del trigo (alimento) podrían bajar los salarios, que era la base para hacer un país industrial transfiriendo recursos de la tierra y del trabajo.
Pero para la Argentina la situación fue distinta. En primer lugar no somos un país pobre, al contrario, pero sí se tiene una injusta distribución y apropiación de lo que se produce, eso explica, por ejemplo, que produciendo granos por más de 100 millones de toneladas por año, capaz de alimentar más de 400 millones de personas, siendo un poco más de 40 millones de habitantes, tenemos parte de la población que no consume los alimentos necesarios para vivir.