El horizonte de la catástrofe
Estamos ante una catástrofe de proporciones planetarias: cambio climático. Pero esta vez, la posibilidad de una aniquilación en masa no está en manos de unos pocos, como era el caso de las ojivas nucleares durante la Guerra Fría. Ahora no es tan claro quién tiene el botón rojo. Parece, más bien, una situación de complejas responsabilidades: los Estados, que no se comprometen a bajar las emisiones de carbono; las empresas, que no pueden reducir sus expectativas de lucro; los ambientalistas, que no logran formular propuestas realizables; los científicos, cuyas estimaciones no llegan a convencer a políticos ni a empresarios; los ciudadanos, que no votan a políticos que tomen el tema con seriedad; los académicos, los funcionarios, los turistas, que vuelan por todo el mundo como nunca antes; todos los que no podemos vivir sin aire acondicionado, sin auto, sin joyas, sin encendedores ni vasitos ni botellas ni latas ni sillas ni heladeras y computadoras descartables?