"No puede haber una única política para todo el sector agrario"
Los hijos y nietos de los protagonistas del Grito de Alcorta eran arrendatarios, y hoy los chacareros son arrendadores. Ese cambio refleja según el economista Alejandro Rofman las profundas transformaciones económicas y sociales del agro argentino, una realidad hetereogénea compuesta por "dos campos": el de la pampa húmeda, dirigido por el capital financiero y dominado por el cultivo de soja, y del resto del país, basado en la pequeña producción agropecuaria familiar. Para el también investigador del Conicet ambos modelos pueden coexistir, pero necesitan políticas diferenciadas.