El diferido tsunami manchú, o ética para meteorólogos
Según suelen contar los que suponen que hay historias que merecen ser recordadas para la edificación, el entretenimiento o el simple regocijo de las futuras generaciones, durante la llamada Década Tempestuosa, a finales del efímero apogeo de la Dinastía Chung, en la Manchuria meridional del siglo XVII, alcanzó extraordinario desarrollo la ciencia de lo que hoy llamamos meteorología pero que entonces se definía como Lu-Sian-Tiu: algo así como “traducción del lenguaje del cielo y conjetura sobre las señales de la tierra”. Un cauto y sopesado repertorio de saberes milenarios que de pronto se convertiría en desaforada seudodisciplina especulativa de amplia difusión.