Escándalo, teorías conspiranoides y festejantes
No hacía falta el escándalo desatado el viernes, al que habrá referencia sobre el cierre de estas líneas, para acordar que hay signos preocupantes en la marcha oficial.
La pregunta, y su complicada respuesta, es qué intensidad se les otorga a hechos en particular y, sobre todo, cómo se los vincula con la caracterización general no sólo del Gobierno, sino de la etapa que vive nuestra aldea y el mundo global.