Altibajos en la evolución económica reciente

Alejandro Rofman


La evolución de la economía en fechas muy recientes vuelve a mostrar datos cambiantes y contrastantes entre los diversos aportes sectoriales al crecimiento económico. Así resulta muy importante puntualizar el que es seguramente el contraste más evidente.

        1. ANÁLISIS DE EVOLUCION ECONOMICA GLOBAL Y DE LOS PRECIOS AL CONSUMIDOR HASTA JULIO DE 2023

Según el informe de la Secretaría de Hacienda de la Nación, la recaudación fiscal del mes de julio de este año fue de casi 5% en relación al mismo mes del año pasado en términos reales, es decir considerando dicha evolución sin el impacto de la inflación de precios. Este dato global permite reconstruir un sendero de valores relativos que cubre el período enero-julio de este año. Al respecto se pueden visualizar dos tramos de dicha evolución de caída de la recaudación de ritmo diferente. El primer tramo cubre los meses de febrero, marzo y abril, con un descenso promedio del trimestre de casi el 9% en relación al mismo trimestre del 2022. Un retroceso sin duda muy elevado y que afecta a todas las cuentas de gastos e inversiones del estado nacional. El segundo tramo que cubre los meses de mayo, junio y julio presenta una caída promedio de este trimestre cotejado con el mismo del año anterior de casi el 4% por mes. Es decir, menos de la mitad. Por ello, dentro del panorama desalentador expuesto, hay una cierta recuperación de la capacidad recaudatoria del estado nacional según avanzó el año.

El principal factor causal de esta caída – algo aminorada a medida que avanzó el año – consiste en la reducción de los derechos de exportación, que sufrieron una contracción extraordinaria del 43,5% entre julio de este año y el mismo mes del año pasado. Ese dato es en términos nominales, pero si se toma en cuenta el proceso inflacionario, el derrumbe resulta alarmante. Nada menos que el 73% entre ambos julios. La AFIP, en el comunicado informativo al que estamos refiriéndonos, explica el por qué de esa contracción tan abultada y dice así: “La variación negativa se explica principalmente por el efecto de la sequía, y por la disminución de los precios de la mayoría de los productos, tanto del complejo sojero como del cerealero frente al año anterior.” Esta circunstancia explica que las causas del descalabro fiscal total están totalmente fuera de la voluntad del gobierno nacional. Pues se origina en fenómenos con causas externas a las políticas económicas vigentes.

En contraste, hay dos rubros muy importantes que es preciso remarcar. El aumento del IVA, que es un apropiado indicador de los niveles de consumo del mes anterior (es decir, de junio), anotó un crecimiento nominal de casi 160%, lo que implica un salto real, extrayéndole la inflación, de cerca del 20%. Es decir, en junio el consumo global de los habitantes del país siguió mostrando un saludable incremento, y desmiente una vez más la tesis expuesta por muchos consultores y oficinas de instituciones privadas de análisis económico de que se esté produciendo un serio retroceso en la capacidad de compra de la población. Claro está que habría que discriminar quiénes son los consumidores afortunados y quiénes no han podido exponer cambios positivos en su capacidad de gasto. Otros indicadores externos a los que estamos considerando, ejemplifican esta realidad, dando cuenta, por ejemplo, que el patentamiento de automóviles del mes de julio siguió siendo, como en el mes anterior, positivo con respecto al año previo en un 12%. Por el contrario, se registró una caída del salario real en torno al 0,5% entre ambos meses, en una comparación similar a la hecha previamente. Aparece de este modo un indicio cierto de que el consumo de modo agregado se mantiene firme pero que se distribuye de modo desigual. A mayor nivel de ingreso surge un mejor desempeño.

Un segundo dato de la AFIP también resulta alentador. Los ingresos de la seguridad social mostraron una suba del 127% nominal, lo que supuso un incremento sin el efecto distorsionador de la inflación del 5,8% entre julio de este año con respecto a julio del 2022. En el comunicado ya citado de la AFIP se afirma que el total de puestos de trabajo aumentó interanualmente un 3,6%, y que la remuneración bruta promedio alcanzó un incremento interanual cercano al 5%. Otra vez es muy complejo obtener una conclusión tan simple como la expresada, porque al interior de la masa laboral las diferencias entre segmentos de la misma muestran importantes sectores que no pudieron empatarle con sus salarios al aumento de precios.

Un informe estadístico posterior nos da a conocer la evolución del Índice de Precios al Consumidor de la ciudad de Buenos Aires preparado por la Dirección General de Estadística y Censos del gobierno de la ciudad En dicho informe oficial se consigna que el incremento de dicho IPC en julio de este año con respecto al mes anterior fue del 7,3%, dos décimas por encima de la medición de junio.

Si realizamos una lectura de los componentes de tal incremento vamos a advertir variaciones muy diferenciadas de sus componentes que pueden ser atribuidos a consumos de sectores sociales diversos. El dato, a nuestro juicio más relevante es el que detalla las variaciones en los precios del rubro de los alimentos. En julio este rubro sufrió un aumento en sus valores de mercado del 5,6 %, sensiblemente inferior al índice general aunque aún sea muy elevado. Casi un 20% menos. Pero es destacable, además,  que este valor porcentual del incremento de precios en alimentos descendió con respecto a lo observado por dicha Dirección General para el mes de junio. Es de resaltar que al tratarse de alimentos estamos refiriéndonos a un rubro indispensable para la subsistencia de los habitantes porteños, que priorizan necesariamente dicho consumo cuando menor sea el ingreso que reciban. Es decir, si el dato es inferior al global y descendió levemente con referencia al mes anterior estamos en presencia de una mejoría indudable para los sectores sociales de menores ingresos que consumen alimentos en mayor proporción al que experimentan los habitantes de ingresos medios o elevados. ¿Qué rubro constituyó el mayor aumento? Fue el capítulo de restaurantes y hoteles, impulsado por las vacaciones de invierno, especialmente demandado por turismo ingresado a la ciudad. De los 7,3 puntos de inflación del mes, acota el informe de la Dirección General, 1,4  puntos porcentuales obedeció sólo a esta división. El rubro de restaurantes y hotelería creció nada menos que un 12,4 % De haberse comportado como el promedio global la incidencia hubiese llegado a los 0,7 puntos de porcentual, llevando el registro general a un 6,6 % de aumentos de precios. Este hipotético reajuste, dejando de lado un tipo de consumo estacional, nos habría permitido observar un desempeño de la suma de todos los precios más reducido  Incluso el segundo ítem con mayor variación fue el capítulo de recreación y cultura, muy vinculado al de comidas fuera del hogar y alojamiento turístico. Según la Dirección, el rubro de actividades recreativas, seguramente estimulado por los espectáculos de todo tipo, avanzó un 11,5%, con el correspondiente impacto en el valor final global. Y el tercer lugar lo ocupó el rubro de educación, fruto de los aranceles de educación privada, a la que acceden estudiantes integrantes de los sectores de ingresos medios y altos de la Ciudad, con exclusión de las capas sociales de recursos más reducidos. Estas erogaciones (gastos turísticos y de educación privada) son típicamente estacionales y/o realizadas por consumidores de posición económica superior al promedio del conjunto de los habitantes de la ciudad.

En síntesis, este comentario otra vez pone de relieve que los datos agregados encubren heterogeneidades al interior del comportamiento económico y social que no pueden ser obviadas en cualquier análisis profundo. En segundo lugar, remarcan tendencias globales de la economía que, si bien muestra un desempeño poco satisfactorio a medida que avanza el año, todavía resulta apresurado formular una estimación concluyente del comportamiento global de la economía del 2023 con respecto al 2022. El FMI acaba de estimar un descenso del PBI entre ambos años del 2,5%. Estimamos que ese dato podría modificarse a medida que avance el año a partir de una esperada mejora en la producción y venta de la cosecha fina de este año que todos auguran será muy superior a la del año anterior, al desaparecer la sequía tan aguda que nos afectó. Un comentario final, en tercer término pone de relieve la diferenciación del costo de subsistencia entre sectores sociales con distintas pautas de consumo según sean sus ingresos que, en este  caso, (lo ocurrido en el mes de julio) indicaría de modo hipotético aunque con alta probabilidad de ocurrencia, que el costo de vida para un porcentaje significativo de consumidores de la ciudad- los de ingresos menores al promedio - experimentó un impacto negativo sobre sus ingresos reales menor (podríamos hablar en torno al 5% de variación del IPPC) al afrontado por los segmentos sociales más afortunados que viven en la ciudad. Claro está no puede obviarse que todavía, de todos modos, un incremento del 5% es alto y sería deseable su pronta reducción.

Los datos de agosto resultaron sorpresivamente diferentes pues reflejan ya no una  tendencia decreciente como ocurrió en julio sino un aumento muy importante de precios que quebró la tendencia declinante de meses anteriores fruto de la devaluación del 22 por ciento del peso impuesta por el F.M.I. como condición para girar los fondos adeudados indispensables para cancelar vencimientos de la deuda con dicha institución

La información de agosto la analizaremos en una futura entrega una vez que se completen los datos de setiembre todavía muy afectados por el salto devaluatorio del 13 de agosto pero, por lo que se conoce, en retroceso. Una vez más, la evolución económica resulta afectada por decisiones generadas por afuera del ámbito de la conducción política nacional, pero de irremediable cumplimiento.

        2. PANORAMA ECONOMICO ACTUAL Y EL DEL AÑO 2024.

 El INDEC dio a conocer los datos de la actividad económica del segundo trimestre a la que, luego, añadió la del mes de julio, y el 15 de setiembre el Ministerio de Economía elevó a la Presidencia y ésta al Congreso Nacional la estimación presupuestaria de recursos y gastos para el año 2024. Es decir, tenemos un panorama de lo que sucedió en estos primeros 7 meses y ya hay un anticipo de lo que cree el Gobierno puede ocurrir en el proceso productivo el año que viene. En este segundo trimestre, según lo  informado por el Indec, la caída económica fue muy fuerte, casi el 5% de descenso del producto bruto interno. Eso está generado fundamentalmente por la sequía. La actividad cayó en ese segundo trimestre con respecto al mismo período del año anterior, en nada menos que un 40% Es la sequía más fuerte que ha afectado al campo argentino, sobre todo al sector agroexportador, porque el resto se nutre en parte por riego y queda a salvo de ausencia de lluvias. Un 40%, que teniendo en cuenta la participación del sector primario agropecuario en las cuentas anuales, es más o menos el 10%, implica que la mayor parte de la caída que se registra obedece justamente a la pérdida de las cosechas. Primero la cosecha fina y ahora la gruesa que se redujo a la mitad, aproximadamente, en los dos rubros más importantes, soja y maíz. Este fenómeno también repercutió en la industria, que creció muy levemente y en la actividad comercial, en todo lo que tienen que ver con las transacciones que se realizan con el cereal y la oleaginosa citada. Entonces prácticamente podemos deducir que ese desempeño del 5% negativo obedece exclusivamente a un pobrísimo comportamiento no imputable al Gobierno del sector agropecuario por la sequía. Si se le agrega el primer semestre que fue positivo en casi el 1%, la caída de los 6 meses iniciales del año fue del 4%. Es de esperar, entonces un repunte en la segunda mitad porque ya no va a haber impacto negativo de la sequía, la siembra de trigo ha sido buena, no en el nivel de los mejores años pasados, pero sí un porcentaje suficiente como para aguardar una cosecha aceptable, y que además, porque ha llovido en los días recientes   A partir de  agosto el panorama cambia. El Gobierno en las últimas estimaciones afirma que la disminución de la actividad de este año va a ser el 2,5%, imputable al gran impacto que supone la sequía. Es posible, todavía un desempeño algo mejor, pero nunca va a ser muy superior a una caída del 2%. 

Los datos de julio si bien registran todavía un leve retroceso con respecto al  mismo mes del año anterior, suponen un  inesperado repunte luego de varios meses con serios descensos. Ello supone un posible cambio de tendencia en torno al total anual del 2023, que pareciera podría haberse ratificado con dos datos ya conocidos de agosto. El primero de ellos, el de mayor significación, resultó ser el crecimiento interanual de la recaudación fiscal del IVA, impuesto que da cuenta de las transacciones de bienes y servicios de todo tipo realizadas en dicho mes que aumentó, con referencia al del año pasado, en términos reales-  La segunda fue la persistencia de la expansión productiva en el rubro automotriz tanto en ventas en el mercado interno tanto como en el nivel de producción entre el mes pasado y su similar del 2022.

 ¿Qué va a pasar el año próximo acorde con las predicciones del Presupuesto Nacional propuesto por el Poder Ejecutivo al Congreso de la nación en el proyecto de ley enviado el 15 de setiembre? Las perspectivas son mucho más alentadoras. En primer lugar, se estima un crecimiento aproximadamente del 2,7%, que no es un desempeño excepcional pero que revierte el deterioro previsto para el 2023, a la vez que duplica el incremento de la población. Ello implica que el ingreso por habitante también va a crecer. En términos de inflación, también es optimista el gobierno cuando en el proyecto de presupuesto para el año que viene dice que se va a reducir a más o menos la mitad de lo que estima este año. Para este año estima 135%, una cifra muy elevada, no es hiperinflación, no es la hiperinflación del cierre de la Dictadura en el ‘82 ni el de la era del Gobierno de la Unión Cívica Radical en el año 1989 ni del Menemismo en 1990, pero sin duda es un dato que, de concretarse, marcaría una modificación del actual proceso de crecimiento de los índices de precios al consumidor del lapso 2021-2023. Para el año próximo, el Gobierno confía en una tasa de inflación menor al 70%, habrá que ver si eso puede tener lugar, por supuesto. Este año había estimado el 60% y más que se duplicó. De cualquier modo, lo que es interesante es que se estima que se va a recomponer el aparato productivo fruto de mejores cosechas, por un lado, y por el crecimiento de  rubros importantes en la industria y en la minería, por el aumento singular de la producción de petróleo y gas debido a Vaca Muerta, que va a llegar a las principales áreas de consumo debido a la construcción de gasoductos y oleoductos en el año y el próximo 

¿Qué consecuencias depara esta situación que acabamos de explicar? En primer lugar, que se podrá hacer frente  la exigencia del Fondo Monetario de que el año que viene el déficit fiscal se reduzca a la mitad del de este año sin dañar el  nivel de la actividad económica Es una meta nada fácil  de cumplir  pero luce posible. Además, el Gobierno apuesta a algo muy interesante. En un texto que agrega como apartado del proyecto de Presupuesto del año 2024 detalla el conjunto de erogaciones del año actual que corresponden a subsidios y/o recortes de cargas impositivas destinadas a propietarios de capital personal o productivos consistentes en respaldos económicos con un costo para el Estado de casi el 5% del PBI. Con modificar alguna de esas franquicias favorables al sector empresarial, incluyendo actividades de alta rentabilidad, con reducciones o eliminaciones que no afecten procesos imprescindibles es factible modificar el nivel del déficit fiscal sin afectar ingresos de trabajadores ni de reducir el empleo. Es una discusión muy seria que se va a plantear Por primera vez el Gobierno nacional puntualiza en  un informe por separado  todos los beneficios que recibe el sector empresarial, incluyendo subsidios y exenciones tributarias Estas norma podrían ser motivo de disminución justificada y en conjunto representan , en valores monetarios, un monto mucho más elevado que el nivel  de los recursos que reciben los sectores más humildes de la sociedad vía AUH , el Programa Argentina Trabaja y planes de diverso tipo para generar o fortalecer empleo de calidad y de carácter formal. 

        3. POSICION DESTACADA DE LA ARGENTINA EN EL AREA DE ECONOMIA DEL CONOCIMIENTO

Un reciente informe de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos en los años 2021 y 2022 esta actividad creó 35.000 nuevos puestos de trabajo, lo que implica un incremento de 21,5%, más elevado que la suba del empleo total del sector privado, que se expandió en un 13,1% durante el mismo lapso. El informe de la cámara, publicado en el diario BAE Negocios el 26 de septiembre de este año, da cuenta entonces de un promisorio desarrollo del área de nuevos puestos laborales especializados en dicho segmento de empleo. La cámara, además, notificó que esos datos evidencian un ritmo de permanente ascenso que recorre 34 meses consecutivos de expansión. Aún así, asegura la citada cámara, podrían crearse entre 10.000 y 15.000 puestos de trabajo de contarse con recursos humanos capacitados. Existen programas al respecto desde el gobierno en donde se especializan, en estos momentos, 18.000 estudiantes, que participan de las capacitaciones que la entidad oficial desarrolla junto a la iniciativa “Primer Empleo”, en cuyo ámbito este año se inscribieron más de 4.000 postulantes.

Un informe de la plataforma “GitHub”, citada en el periódico al que hicimos referencia, relevó que Argentina fue el país de América del Sur que registró el mayor incremento (41%) de nuevos programadores durante 2022, cotejándolos con los incorporados en el 2021. El documento citado puso de relieve además que “Durante el primer semestre de 2023, la demanda en tecnología continuó con una mayor necesidad de mandos medios, aunque los avisos dirigidos a los puestos de niveles bajos de jerarquía, en especial jóvenes recién completados su capacitación, incrementaron su participación en el total de ocupados del 11,7% en el primer semestre del 2022 al 26% en el 2023”. Finalmente, el documento citado en el mencionado diario da cuenta que el empleo en el sector “Servicios basados en el conocimiento”, ya superó en mayo los 300.000 puestos de trabajo, lo que da cuenta de la especial dinámica del sector que estamos analizando. El sector público acompaña está muy importante información con el programa “Insertar”, inscripto dentro de la Secretaría de Economía del Conocimiento, a partir de aportes no reembolsables para estimular el nuevo programa.

Es de destacar que la Secretaría de la Economía del Conocimiento, creada en julio del 2022, fue instituida con el propósito de impulsar el desarrollo de tecnologías innovadoras en el entramado productivo nacional. Esta rama de la economía incluye la industria del software, la producción o postproducción audiovisual, la biotecnología, los servicios geológicos y de prospección, los servicios relacionados con la electrónica y las comunicaciones, los servicios profesionales, la nano-tecnología y la nano-ciencia, la industria aeroespacial y satelital, y las tecnologías especiales. Es alentador remarcar esta noticia, pues destruye toda la falsa difusión de que se desatiende en nuestro país a la formación de nuevas capas de profesionales entrenados en servicios informáticos de muy diferente perfil.

        4. Terremoto cambiario… y después

Al cierre de la producción de este documento se está desarrollando como tantas otras veces una estampida del valor de nuestra divisa en el ámbito de su segmento ilegal. Voceros de corrientes políticas opuestas al gobierno asignan a la subida del valor de la cotización del dólar ilegal el carácter de cataclismo. Eso es totalmente falso. Esta cotización se refiere a un mercado altamente especulativo, presionado por intereses sectoriales y electoralistas. La masa de divisas que mueve diariamente no excede los 5 millones de dólares, y representa no más del 1% aproximadamente del movimiento diario de moneda estadounidense que se transa en distintos mercados a nivel nacional. La maniobra tiene claros fines políticos pero desde el punto de vista de los medios y la opinión pública muchas veces produce efectos negativos directos e indirectos. El gobierno ha desplegado medidas para controlar esta situación, las que comentaremos en la próxima entrega del informe 22.

Concluimos este cierre haciendo referencia al después. Es decir, lo sucedido tras las elecciones de primera vuelta del 22 de octubre. Lo escribimos promediando el martes 24. Esta conclusión desbarata, dado el inesperado y cómodo predominio de la fórmula presidencial oficialista, el intento de desestabilizar la economía de operadores económicos vinculados a la oposición y de voceros notorios de la lista que encabeza Javier Milei, que con sus declaraciones alentaban el terremoto. Las aguas se han calmado tras la tormenta pasajera y los valores del mercado cambiario revelan una importante disminución de los tipos de cambio sobre los cuales se pretendió especular. El notorio derrumbe del intento ultraderechista de imponer un modelo de ajuste despiadado fracasó.

Se abre ahora  la campaña para la segunda vuelta que, aparentemente, va por el camino de la ratificación definitiva de la fórmula encabezada por Sergio Massa. Dejamos abierta la instancia correspondiente al próximo informe para comentar las perspectivas a corto y mediano plazo luego del 19 de noviembre.

 

26 de octubre de 2023

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