No es el salario, son los derechos

El Congreso reflotó la reforma laboral que debe aprobar en junio. Eduardo Chávez Molina analiza por qué esta medida significa todo un cambio de época, además de retroceso de derechos. El autor se pregunta algo clave: si el modelo, aplicado en 130 países, podrá plasmarse en Argentina, con un historial de sindicatos de todos los perfiles y tamaños que generan una resistencia impensada en el primer mundo.

Sobre la reforma laboral

 

La pretendida reforma laboral que el gobierno nacional acaba de ingresar al Senado, que fue recientemente acordada con la CGT (con unas muy minúsculas modificaciones), no tiene el objetivo, como pretende hacer creer, de regularizar una situación existente de precariedad y en negro de miles de trabajadorxs a través de las facilidades del blanqueo que otorga a las empresas. Lejos de ello, su objetivo estratégico es una enorme transferencia de ingresos a las grandes empresas y la transformación de las relaciones laborales, desprotegiendo a lxs trabajadorxs y retrotrayendo dichas relaciones a formas propias del siglo XIX.

La Semana Trágica de enero de 1919: huelga, lucha y represión

Debemos ver a la huelga de los metalúrgicos de los Talleres Vasena, la posterior represión y resistencia, que pasó a la historia como la “Semana Trágica”, como uno de esos heroicos hitos de la clase obrera, que nos ha dejado muchas enseñanzas. No sólo se reclamó y se luchó por los derechos de los trabajadores, sino que no se dudó en enfrentar a las fuerzas policiales, al Ejército y a la Liga Patriótica, en una clara muestra de autodefensa de clase.