Condena a la impunidad
Preciso es constatar que los más graves crímenes han sido y están siendo cometidos por personas que se sirven para ello de recursos e instrumentos del estado. Sin embargo, esas mismas personas se envuelven en un mato de impunidad tejido con recursos económicos, políticos y militares del propio estado. Se declaran a sí mismos por encima de las leyes, hasta lograr llevar su delito al nivel de crimen casi perfecto, nunca sancionado. Llegan a negar la propia existencia del crimen, que encubren bajo códigos como los de solución final, limpieza ideológica, limpieza étnica, desaparecidos, etc. Incluso tratan de legitimar el crimen so pretexto de doctrinas que hemos visto denominar en algunos países como de seguridad nacional, de interés nacional, de identidad racial, de lebensraum, etc.; Encierra un gran peligro colectivo que tales ®doctrinas¯ sobrevivan a quienes las concibieron. Son una simiente dispuesta a germinar en nuevos crím