Crítica al libro de  Ricardo A. Ferraro.

El libro que comentamos se ubica dentro de las corrientes de pensamiento que, a partir de una realidad insatisfactoria, coinciden en apuntalar y ampliar los aspectos considerados más positivos, para avanzar con propuestas creativas y acciones concretas. Es así como su autor, sin perder de vista el panorama de la situación de la ciencia y tecnología en nuestro país, y sin caer en la letanía de la lamentación y la resignación constata que “algo hacemos bien” (y bastante, agregaríamos, sobre la base de los ejemplos que presenta), y podríamos hacer mucho más en el refuerzo y consolidación de estas tendencias. Ello ayudará a las nuevas generaciones a que avancen hacia una sociedad que aproveche racionalmente nuestros mejores recursos naturales y humanos. “Hoy necesitamos ganar una guerra -dice Ferraro- la guerra a la desocupación, a la indigencia y al hambre”. Para ello sirven la ciencia y la tecnología. El objetivo principal de estas acciones es la educación, en todos los niveles, pero especialmente enfocada a formar los cuadros técnicos necesarios, en particular en el nivel de la enseñanza media, el más afectado por la crisis. El libro tiene un claro enfoque didáctico, insistiendo en la necesidad de producir y distribuir el conocimiento como respuesta a la pregunta de su título y sobre la base de su democratización. Para fundamentar sus propuestas el autor efectúa un rá- pido análisis de las principales contribuciones de las instituciones oficiales dedicadas a la investigación y desarrollo como las universidades y los institutos tecnológicos, como así también a los esfuerzos de empresas privadas, principalmente PyMEs. Integrados al texto, y dándole una amplia base de sustentación, se insertan frases y comentarios ilustrativos de especialistas argentinos y extranjeros desde distintos puntos de vista, así como ejemplos prácticos y cifras, y datos comparativos con otros países