Estrategias inclusivas en la lucha contra la pobreza
Existe en el ámbito de las actividades de microfinanzas un amplio debate en torno de la necesidad de brindar o no capacitación a los microemprendedores. Los argumentos a favor consideran necesaria la instrumentación de programas que tomen en cuenta cuánta formación, y de qué tipo, precisa una comunidad para superar la situación de pobreza, por lo que las instituciones de microfinanzas (IMFSs), más allá de limitarse estrictamente a otorgar un préstamo e insistir en que se devuelva, pueden integrar el crédito con otros servicios no financieros. Los argumentos en contra, por lo contrario, consideran que las IMFs deben abocarse exclusivamente a su rol financiero y no a cuestiones en las que no se especializan. Además consideran que este tipo de servicios atenta contra su sustentabilidad o pueden impedir que se expresen las capacidades naturales de los prestatarios si se los llega a sofocar con estructuras muy rígidas de aprendizaje. Los autores presentan hipótesis de comportamiento derivadas de dos enfoques alternativos: el neoclásico y el evolucionista. Se detecta una serie de problemas de corto y largo plazs que afectan a las microempresas de subsistencia que se vincula con la falta de estrategias de producción y capacitación, progresiva desacumulación de capital, ajuste de su actividad hacia niveles de subsistencia, escasa reinversión de sus ganancias y de diversificación de sus productos