Juan Carlos Amigo, a un año de su partida
Enrique Jardel * (Especial para sitio IADE-RE) | Este lunes 22 se cumple un año del fallecimiento de Juan Carlos Amigo. Jardel, integrante de la comisión directiva del Instituto Argentino para el Desarrollo Económico, recuerda a un hombre clave en la construcción de Realidad Económica y el IADE.
Sucedió hace diez años. Mi hermano Julio y otros amigos de APYME, me propusieron sumarme a un pequeño grupo de compañeros que iban a intentar plasmar en un anteproyecto de ley un conjunto de herramientas y conceptos que desde muchísimos años atrás APYME ha propuesto, sostenido y defendido, convencidos de que había en el Congreso de la Nación un espacio para tratar de dar rango e instrumentación legal a las reivindicaciones de las pequeñas y medianas empresas.
Yo lo conocía desde muchos años antes pero sólo de escucharlo en disertaciones, en seminarios, leyendo sus publicaciones y, fundamentalmente, siguiendo la revista que él dirigía: Realidad Económica, un verdadero faro para los que anhelamos un país distinto, respaldado por un proyecto productivo y social de carácter nacional e inclusivo.
Y fue en esa ocasión, en ese grupo, que me encontré trabajando personalmente junto a él, gozando con mucha alegría y admiración aquellos intercambios; palpando no sólo sus cualidades profesionales sino, también, y fundamentalmente, sus valores humanos de maestro, de compañero y de militante.
La amistad creció rápidamente. Muchas veces he pensado que parecía que hubiéramos compartido un largo tramo de la vida; los mismos anhelos y valores y algunas historias de vida nos unieron y permitieron compartir aspectos quizá más personales de nuestras vidas. Teniendo unos pocos años menos que él –qué son diez años cuando acabamos de pasar los 70- sentí que la vida me había acercado a algo que no es fácil lograr a esta altura de la vida: un AMIGO, incansable trabajador, inigualable luchador de las ideas, esclarecido maestro.
Qué lástima que la vida no nos dio más tiempo para compartir un poquito más. Te extrañamos mucho y siempre habré de llevar en mi memoria y en mi corazón el recuerdo de tu alegría de trabajador, de tu sutil sentido del humor y de tu carácter de luchador incansable de las ideas y el bien común, tanto en la academia como en la trinchera del hacer todos los días.
Junto a ese recuerdo llevaré también en mi memoria esas últimas charlas, al salir del IADE, en el barcito del hotel de Yrigoyen y Lima, tomando café mientras esperábamos el taxi que te llevara a casa.
Gracias Amigo (amigo con mayúscula y no precisamente por tu inmejorable apellido); gracias por haber sido parte de esta etapa de mi vida. Quiero decirte que somos muchos los que te extrañamos y te queremo, que podés estar tranquilo que tu hija dilecta, Realidad Económica, y también el IADE, siguen el rumbo que siempre quisiste y por el cual tanto trabajaste; y que cada uno de nosotros trabaja con mucho amor y orgullo por cuidar tu valioso legado de pasión militante.
* Integrante comisión directiva IADE - Junio 2020