Tecnocracia financiera y democracia
El cuadro actual de los negocios mundiales se encuentra demarcado por el fenómeno de la falencia fraudulenta de Enron. Esta empresa de petróleo llegó a ocupar el 5º lugar en la lista de las mayores empresas del mundo, realizada por la revista Fortune. Lo grave de la situación es la clara vinculación del presidente y del vicepresidente de Estados Unidos con los negocios de esta firma que fue una de las principales financiadoras de sus campañas.
Son muchos los ejemplos mundiales de que nos encontramos bajo una tecnocracia al servicio del capital financiero y del capital en general. Ella impregna las leyes, las políticas económicas y públicas en general, la acción de instituciones subordinadas que se convierten en soberanas, como los Bancos Centrales, etc. Esta tecnocracia desarrolla un comportamiento corporativista que le permite proteger incluso las acciones ilegales, inmorales y criminales de sus comparsas.
El mundo del libre mercado, propuesto por los teóricos neoliberales, se convierte en un poderoso mundo corporativo, en el cual dominan las instituciones elegidas por el sistema, los grupos económicos, los monopolios, los sectores económicos protegidos por las autoridades de la tecnocracia.