Negroponte: Un halcón al acecho de Venezuela
Era un funcionario sin aparentes tareas en la guerra, pero considerado ya un hombre de dobleces, el cual describía su trabajo en términos ambiguos e indefinidos, aunque sí se identificaba a sí mismo como empleado del gobierno de Washington.
No solía reunirse abiertamente, en público, con los jefes militares de estadounidenses y del régimen sudvietnamita, pero sí con los corresponsales de guerra.
Buscaba información. Para algunos ya era un operativo CIA. Hoy para confirmar hipótesis, Negroponte es el espía mayor en Estados Unidos, coordinador de 15 agencias de inteligencia.
Negroponte tiene tras si una larga carrera en el ámbito de los disimulos, los tapujos y las desfiguraciones.
Ese ámbito es el del espionaje -o inteligencia- y contraespionaje (o contrainteligencia), que resulta ser un en factor interno central de la política exterior del gobierno de su país, según opina un viejo corresponsal que estuvo en Vietnam.
Según el periodista mexicano Fausto Fernández Ponte, en el jefe de los espías de Washington se concreta "la práctica de un antiguo oficio, el del embozo, la argucia, la zorrería, el mimetismo y la retrechería, el fingimiento y el engaño para vencer y prevalecer".
"Desde los inicios de su carrera en la guerra de Vietnam, este personaje ha coordinado golpes de Estado, cuartelazos, esquemas de desestabilización y desinformación".
"Su campo de acción ha sido, principalmente, América Central. Como embajador en Honduras, desde allí coordinaba apoyo logístico a la contrarrevolución en Nicaragua".
En México, donde también fue embajador, Negroponte coordinó tras bambalinas operaciones, cuyo fin era el de ejercer presión sobre el gobierno local.
Cuando John Dimitri se desempeñaba como embajador ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), coordinó, desde allí, acciones propias de su oficio.
Así, hizo espiar a los embajadores de Chile, España y México, entre otros, a manera de triángulo para fines de soterramiento con la agencia de espionaje exterior del gobierno del Reino Unido.
Inclusive, este personaje hizo circular rumores contra el embajador de México en la ONU, Adolfo Aguilar Zínser, a quien, descalificó y ofendió públicamente.
Esa acción del señor Negroponte nos describe la soberbia y su obsesión por castigar a quienes se resisten a sus propósitos. El señor Aguilar Zínser votó contra la guerra en Iraq.
Concluida su gestión en la ONU, fue designado embajador en Iraq, y operando detrás de tramoyas y oculto por los telones de fondo de la investidura diplomática, él fue el titiritero.
Hoy es un hombre muy poderoso que aplica estrictamente el sentir del Presidente George W. Bush de intervenir en los asuntos de todos los países del mundo.
El presidente Bush designó el 17 de febrero al embajador John D. Negroponte como primer director nacional de inteligencia, cuyas funciones incluyen la supervisión de 15 agencias de inteligencia.
Según Bush, el trabajo de John es asegurar "que aquéllos cuyo deber es defender a los Estados Unidos cuenten con la información que necesitamos para tomar decisiones acertadas".
Durante el curso de una larga carrera, John Negroponte ha estado al servicio de su nación en ocho países en tres continentes. Ha tenido importantes puestos de liderazgo dentro del Departamento de Estado y la Casa Blanca.
Al presentarlo como su candidato a ser el "capo" de los espías, Bush indicó que "en las Naciones Unidas, John defendió nuestros intereses enérgicamente y habló elocuentemente sobre las intenciones de Estados Unidos de propagar la libertad y paz por todo el mundo".
Ese tenebroso personaje salió de Honduras dejando una estela de sangre y muerte. Hondureños, salvadoreños y nicaraguenses, resultaron víctimas de los escuadrones de la muerte y de la guerra sucia de la CIA. Allí estaba el hoy espía mayor.
Ahora, sus acechanzas, sus amenazas y sus planes para "propagar la libertad y paz por todo el mundo", según el dictado de la Casa Blanca, se enfilan sobre Venezuela. Hay un "halcón" al acecho.
Venezuela denuncia avance de "halcones" estadounidenses
Venezuela respondió hoy los ataques del jefe de los servicios de espionaje de Estados Unidos, John Negroponte, y denunció que sus acusaciones buscan crear un estado de opinión favorable a la agresión.
El vicepresidente del país, José Vicente Rangel, calificó de grave para la democracia en el hemisferio, el desplazamiento de la política exterior estadounidense del Departamento de Estado al Pentágono y los altos organismos de inteligencia estadounidenses.
Ayer, Negroponte acusó a Venezuela de entrometerse en los asuntos internos de otros países de la región y de "sofocar" a la oposición.
En opinión de Rangel, se observa la sustitución sistemática de la Secretaria de Estado Condoleezza Rice por el secretario de Defensa Donald Rumsfeld o Negroponte, que "refleja una victoria para los halcones en la política norteamericana".
De acuerdo con su criterio, el endurecimiento de las posiciones belicistas repercute, incluso, internamente en Estados Unidos y "es esa una política con signo fascista que está avanzando en Norteamérica".
Rangel apuntó que lo dicho por Negroponte constituye una bofetada al presidente de Chile, Ricardo Lagos, quien consideró que las divergencias no justifican este tipo de enfrentamiento.
Quizás después de la declaración de Negroponte, Lagos tenga claridad acerca de la responsabilidad de la crisis de las relaciones con Estados Unidos, que no es de Venezuela y responde a las agresiones del Gobierno del presidente (George W.) Bush, precisó.
Asimismo, el Ministerio de Comunicación e Información rechazó la valoración de Negroponte sobre la perspectiva de que la reelección del presidente Hugo Chávez continuará "reduciendo la libertad de prensa".
Esto no es nuevo o especial porque se trata de la repetición de una burda matriz de opinión inventada por la administración Bush para tratar de justificar ante la opinión pública su agresión contra nuestra democracia, indicó la nota.
La declaración del Ministerio de Comunicación e Información venezolano recuerda que ya Negroponte mintió al Senado en relación con la tácita aprobación de torturas y asesinatos cometidos durante su gestión como embajador en Honduras (1981-1985).
Faltan por desenterrar cadáveres de centenares de personas asesinadas durante su misión diplomática, incluyendo monjas y ciudadanos estadounidenses, recordó la declaración.
El documento descalifica la autoridad moral del funcionario estadounidense para juzgar a un gobierno electo democráticamente, con una historia impecable en materia de libertad de prensa y expresión.
En Venezuela, destacó, se respetan, más que en Estados Unidos, las libertades y derechos de periodistas y medios de comunicación, inclusive de los que participaron en el golpe de estado de 2002, auspiciado por los servicios de inteligencia estadounidenses.
Rangel ratifica disposición de Venezuela a dialogar con EE.UU.
El vicepresidente José Vicente Rangel ratificó hoy la disposición de Venezuela de dialogar con Estados Unidos, pero advirtió que responderá a los ataques de la cúpula gobernante estadounidense.
Al término de una sesión especial del parlamento, Rangel apuntó ambos países tienen frentes normales de trabajo como el petróleo, del cual Estados Unidos recibe 1,5 millones de barriles diarios de Venezuela, y la lucha contra el terrorismo.
El vicemandatario calificó de grave para Venezuela, la región y el mundo que los "halcones" tomen el control de la política norteamericana, y personajes como Donald Rumsfeld y John Negroponte empiecen a actuar como voceros.
"Es extraño el silencio que guarda la dama (la secretaria de Estado, Condoleezza Rice), estamos dispuestos a escuchar recomendaciones como las de (el presidente chileno, Ricardo) Lagos, sin embargo, la respuesta ha sido las palabras de Negroponte", comentó.
Negroponte dijo este martes que el presidente Hugo Chávez gasta millones en una política exterior extravagante, declaración refutada esa fecha por Rangel, quien expresó que lo único extravagante es Negroponte y la política de George W. Bush.
Calificó al jefe de los servicios de inteligencia de Washington como un personaje turbio y oscuro dentro de la política norteamericana, y recordó que durante los años 1980 participó en el escándalo Irán-Contras.
Catalogó a Bush, Negroponte, Rumsfeld y Richard Cheney como la "banda de los cuatro", quienes, añadió, amenazan y crean problemas al mundo y afectan severamente las libertades públicas.
"Hay una buena noticia, de acuerdo con las últimas encuestas apenas el 34 por ciento de la población norteamericana apoya a Bush", acotó Rangel.
Recordó que Venezuela ayuda a los pobres de Estados Unidos mediante la entrega de combustible barato y enfatizó: "mantenemos una relación de seriedad únicamente respondemos a los ataques".