Por el dólar alto y la inflación es más difícil bajar la desigualdad
La distribución, país por país.
La política oficial de mantener un dólar alto y la inflación conspiran contra la mejora en la distribución del ingreso. La conclusión no pertenece a un neoliberal, sino a Leonardo Bleger, el economista jefe del Credicoop. Estos son los argumentos que desplegó en un seminario organizado por el banco:
# Hoy la masa salarial representa sólo el 24% del Producto Bruto Interno y antes de la crisis los trabajadores se llevaban el 32%.
# Aunque en los últimos años hubo una leve mejora, el tipo de cambio y la inflación aparecen como dos obstáculos importantes en el horizonte para mejorar la situación social.
# Señaló que si bien los últimos datos del INDEC muestran que la distribución del ingreso mejoró, la participación de los asalariados en la riqueza nacional continúa siendo muy baja.
# Los últimos datos que presentó el INDEC muestran que según el coeficiente GINI (donde 1 es la desigualdad absoluta y 0 la igualdad absoluta en el reparto de los ingresos), el resultado que le corresponde a Argentina en el último trimestre del 2005 es 0,45.
# El coeficiente muestra una mejora respecto del 0,49 que se registraba a fines de 2002. Pero aún está lejos del 0,36 que había en 1974, cuando los trabajadores se llevaban una porción mayor en la torta de los ingresos. Aquel año, los ingresos de los asalariados equivalían al 50% del producto bruto. Hoy apenas representan el 24%, aun por debajo del 32% que se llevaban en el 2001.
# En medio de un contexto macroeconómico de dólar alto e inflación hace falta una política social fuerte para achicar la brecha de los ingresos, indicó Bleger. La otra alternativa es que haya cambios impositivos que beneficien a los que menos tienen. "Pero parece que eso es algo que no va a suceder", sostuvo el economista.
# El dólar alto "tiene un impacto directo sobre el precio de los alimentos, y eso afecta especialmente a los más pobres". La redistribución del ingreso también se verá afectada por la inflación, que para el Credicoop sería del 10% el año que viene. Según las expectativas del banco, el año próximo los precios de los alimentos no sufrirán aumentos importantes. En cambio, los servicios privados estarán a la cabeza de los rubros de mayor inflación.
Aunque Bleger pronosticó una suba del producto del 6,5% para el 2007, explicó que "el crecimiento puede verse afectado por las restricciones en materia energética. El impacto puede sentirse con mayor intensidad en la actividad industrial". Y pese a que la construcción y las obras públicas tienen un crecimiento destacable, "se advierte una desaceleración en inversiones en maquinarias y equipos", dijo.