Cifras para pensar: caracterización de la industria maderera / Carlos Maslatón - Alfredo Ladrón González
La información estadística se refiere a datos del año 2006 y surge de la encuesta anual contestada por 443 empresas industriales madereras de todo el país. El procesamiento de la información y su análisis fue realizado por el Grupo de Economía Industrial del INTI y el Centro INTI-Maderas y Muebles. Adicionalmente se utilizó información de otras fuentes secundarias.
La encuesta desagrega a la industria de la madera en 10 subsectores, lo cual permite conocer tanto la problemática común como las particularidades de cada subsector. Los subsectores son: aserraderos, remanufacturas (molduras, tableros alistonados, vigas multilaminadas, etc), muebles (macizos y de aglomerados), pisos, aberturas, carpintería en general, envases y pallets, terciado y enchapado, aglomerados y otras actividades (ataúdes, instrumentos musicales, herramientas, etc).
La industria de la madera está conformada casi en su totalidad por PyMEs, a excepción de unos pocos aserraderos grandes orientados a la primera transformación (madera aserrada) y segunda transformación (remanufacturas) y los fabricantes de tableros reconstituidos, que por sus características son capital intensivo y tienen economías de escala en la producción.
En promedio, las empresas que participaron en la encuesta, sin considerar el subsector del aglomerado, emplean 22 personas por empresa, la mayoría de ellas empleadas en actividades fabriles.
Facturación
De acuerdo con la clasificación empleada por la SubSEPyME, se considera microempresa aquellas que facturan hasta $1.25 millones anuales; pequeña empresa hasta $7.5 millones de facturación anual; y medianas hasta $60 millones. La facturación promedio declarada en la encuesta, permite clasificar al grueso de las empresas madereras como microempresas. El 58% factura anualmente menos de $800 mil pesos, el 22% facturan entre 800 y 2 millones de pesos y sólo el 9% de las empresas (unos pocos aserraderos y muebles y las fábricas de tableros reconstituidos) factura más de $5 millones por año. En el gráfico 1 se observa la estructura de facturación para el conjunto de la industria.
[i]Gestión empresarial[/i]
Las pocas grandes empresas y, sobre todo, las vinculadas con la producción de tableros reconstituidos son las más dinámicas en materia de tecnologías blandas, es decir, gestión empresarial en lo que hace a producción, administración, comercialización, diseño y calidad de productos, uso de normas técnicas, etc. Se observa mayor inquietud sobre estos temas a medida que aumenta el tamaño de planta y el valor agregado de los productos.
Es muy alta la proporción de empresas, especialmente microempresas, que cuentan con sistemas de gestión productiva y administrativa casi elementales. Según los resultados de la encuesta, más del 56% de las empresas no llevan contabilidad sistematizada; por encima del 67% no cuenta con sistemas de costos; arriba del 68% no realiza mediciones de productividad; más del 74% no tiene contemplados programas de capacitación de personal y son escasas las empresas que declaran utilizar normas técnicas o contar con asistencia técnica externa en gestión empresarial o diseño de productos.
[i]Problemáticas internas de las empresas[/i]
En términos generales, cuestiones relacionadas con la organización de la producción es la principal problemática que declara el sector. En segundo lugar, las empresas declaran tener problemas de acceso al financiamiento y el tercer factor de ineficiencias es la escasez de profesionales en la estrategia de ventas. Le siguen la falta de capacitación del personal y luego el equipamiento insuficiente.
Vale aclarar que los datos mencionados representan el promedio del sector. Cuando se analizan las problemáticas por tipo de producto se observan algunas diferencias interesantes de analizar. A modo de ejemplo, la industria del mueble es la que en mayor medida reconoce problemas en la organización de su producción, aunque también financieros y equipamiento insuficiente; los aserraderos mencionan como principal problemática, la financiera y el equipamiento insuficiente.
Higiene y seguridad. Accidentes de trabajo
De la información analizada es posible suponer un relativamente escaso reconocimiento de sistemas integrales de higiene y seguridad industrial. Existe cierta inconsistencia entre la respuesta a la autocalificación que las empresas realizan de previsiones implementadas en su nivel de higiene y seguridad y el nivel real declarado de accidentes de trabajo. Ante la primera pregunta las empresas califican como buena (75%) y muy buena (17%) sus actitudes ante la seguridad e higiene industrial. Sin embargo, también declaran un importante porcentaje de accidentes de trabajo (indicador que puede corroborarse por otras fuentes). Si analizamos la información por subsector, con excepción de las remanufacturas y aglomerados, las empresas de terciados y enchapados, las fábricas de muebles y envases, son quienes tienen mayor cantidad de accidentes de trabajo por persona ocupada y reconocen al mismo tiempo ciertos estados deficientes en temas de higiene y seguridad.
Finalmente, como se señaló anteriormente, las perspectivas a futuro plantean ciertos interrogantes: Además del amesetamiento en los indicadores de la construcción, se agrega el conflicto desatado en el sector agropecuario, todo lo cual se refleja en una reversión del crecimiento, con una caída estimada de las ventas, según FAIMA, del orden del 20% desde marzo a junio de 2008. En síntesis, en los años postdevaluación, la industria de la madera ha recuperado un importante crecimiento con aumento de las inversiones e incorporación de personal. Pero para desarrollar la industria, adaptarla a los mercados internacionales, se deberá estar dispuesto a competir con reglas de juego claras y mejorar su competitividad y eficiencia. Ello requerirá necesariamente mejorar aún más la tecnología dura (equipamiento) pero, fundamentalmente, sus tecnologías blandas. Esto es la gestión empresarial en lo que hace a producción, administración, comercialización, diseño y calidad de productos, uso de normas técnicas o mecanismos de asociatividad empresarial que permitan disminuir los costos.
[b]*Carlos Maslatón, maslaton@inti.gov.ar y Alfredo Ladrón González, aladrong@inti.gov.ar[/b]
Fuente: [color=336600]Saber Cómo / INTI – N°66 – julio 2008[/color]