¿POR QUÉ? Algo está cambiando…
Ya en 1972 Condorí, junto con Weizz, son secuestrados por fuerzas policiales y luego puestos a disposición del PEN y liberados. En 1974 el Ministerio de Trabajo de Isabel Perón interviene el sindicato que luego recuperan los obreros.
Ese grupo de obreros esclarecidos sólo pedían que se cumpla la Ley de Salubridad 1655/46 de asistencia médica; la ley 1814/46 de vivienda digna; el pago en efectivo (no con vales) a los obreros del surco; que se cumpla el convenio colectivo de trabajo; la debida remuneración del trabajo a destajo; la eliminación del trabajo temporario. Sólo pedían que se cumpliera la Ley.
La respuesta fue contundente: en 1976 es detenido e ingresa al penal de Gorriti en Jujuy. En 1977 es llevado en el famoso avión Hércules a La Plata (famoso porque varios de aquellos detenidos no volvieron más). Allí ingresa al pabellón 1, luego lo llevan a un Centro Clandestino y lo torturan; en agonía lo traen nuevamente a la Unidad 9 de La Plata, al pabellón 16 (llamado “el pabellón de la muerte”), hasta fines de 1977. Allí comparte el hospedaje con Dardo Cabo y con el escritor Antonio Di Benedetto, entre otros.
En la década de los 80, como comerciante independiente junto a sus hijos, es nombrado presidente de la Unión de Empresarios de La Quiaca. En el año 2000 funda la delegación Jujuy de APYME (Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios). Allí, lucha contra el ALCA, con el Frenapo y emprende, a partir de 2003 un denodado trabajo en economía social. Es elegido presidente de Apyme Jujuy y pro-tesorero de Apyme Nacional.
En 2009 es nombrado Secretario de Asistencia a Mipymes a nivel nacional, sobre todo por su trabajo en el cluster Caimancito, proyecto que ejecuta directamente con la Sepyme y el Ministerio de Industria, el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, el Ministerio de Trabajo de la Nación, el INTI, Asora, la fundación del Banco Nación y el Banco Credicoop; y luego comparte su experiencia asesorando a compañeros de Apyme de otras delegaciones con proyectos productivos y asociativos de Desarrollo Local.
Por supuesto que en el transcurso de estos años, participa activamente de los Juicios Por la Verdad y en la Asociación de Ex Presos Políticos, donde también es elegido como dirigente nacional.
Es el testigo clave de este juicio, al menos el único que queda con vida de la obra social. Hugo tiene 22 nietos y 2 bisnietos, aunque es joven, tiene 65 años, y dice:
“Yo lo único que busqué siempre fue la justicia, la equidad… Ahora trabajo para apoyar este modelo de país… ¿Por qué me pasa esto?”
La solidaridad se hizo sentir en los mails y en los teléfonos, en las declaraciones en los medios de muchas instituciones y personalidades de toda índole y en la justicia misma, pero sobre todo en la marcha multitudinaria que hubo hoy en San Salvador de Jujuy (18 de mayo), con las organizaciones sociales a la cabeza. Todos por “el Coya” era la consigna. Es que él coya Hugo Condorí no sólo es una buena persona sino un ejemplo de que algo está cambiando. Y él dice: “Algo está cambiando.”