Carta de los pueblos indígenas al nuevo Presidente del Banco Mundial

La siguiente carta, dirigida al nuevo Presidente del Banco Mundial, se refiere a temas fundamentales para los pueblos indígenas e incluye recomendaciones para una relación efectiva con el Banco Mundial. La carta se distribuirá durante la Conferencia sobre Desarrollo Sostenible Rio+20, ya que el Banco Mundial se está posicionando de nuevo como el líder del desarrollo a través de un “crecimiento verde e inclusivo”.

Estimado Dr. Kim:

Las organizaciones de los pueblos indígenas y de la sociedad civil de todo el mundo firmantes de esta carta, le felicitamos por su nombramiento al cargo de Presidente del Grupo Banco Mundial y le deseamos éxito en su mandato, en un momento turbulento tanto económica como ambiental y socialmente. Esperamos poder trabajar con usted para conseguir nuestro objetivo común de mejorar las vidas y bienestar de los 370 millones de indígenas en todo el mundo.

Para empezar, queremos señalar los desafíos a los que nos enfrentamos hoy en día. El legado histórico del Banco Mundial con los pueblos indígenas se ha visto marcado por ejemplos reiterados de graves violaciones de nuestros derechos humanos. Los pueblos indígenas somos sujetos de derechos según el derecho internacional. No solo tenemos derechos sobre nuestras tierras, territorios y recursos, sino también el derecho de libre determinación de nuestros modos de vida, incluido un desarrollo libremente determinado. Las violaciones de los derechos humanos de los pueblos indígenas se han producido en todos los sectores de inversión que el Banco financia, y están estructuralmente vinculados con el modelo de desarrollo occidental que el Banco Mundial ha promovido y financiado durante las seis últimas décadas. Para las comunidades de los pueblos indígenas, el principal objetivo del Banco, la reducción de la pobreza, no podrá conseguirse mientras los proyectos del Banco, diseñados para beneficiar a las poblaciones dominantes, sigan aumentando el empobrecimiento de nuestras comunidades, en términos económicos, y su marginación, en términos sociales y culturales.

La cuestión de los derechos humanos, la equidad social y el daño ecológico se reiterarán en proceso de Rio+20 como asuntos centrales para el desarrollo sostenible.

Pensamos que el Banco Mundial pocas veces ha reconocido o respondido a estos impactos adversos sobre los pueblos indígenas. Esto quedó de manifiesto en la propia evaluación interna del Banco (de agosto de 2011) sobre la aplicación de la actual Política Operativa sobre Pueblos Indígenas (OP/BP4.10). La evaluación, dirigida por el Asesor del Banco sobre Pueblos Indígenas, mostró, entre otras cosas: (i) falta sistemática de preparación de documentos de planificación adecuados para los pueblos indígenas; (ii) ausencia generalizada de transmisión de información sobre los documentos de planificación a los pueblos indígenas afectados; (iii) falta de documentación relativa al amplio apoyo comunitario que se exige (y, por tanto, imposibilidad de confirmar que exista); (iv) reiterada incapacidad de tratar de manera adecuada los derechos sobre tierras y territorios en proyectos en los que esos derechos son relevantes; (v) fallo continuado para establecer mecanismos de queja en el nivel local o nacional; y (vi) fallo en el establecimiento de los acuerdos exigidos de participación en los beneficios para proyectos en los que se desarrollan comercialmente los recursos territoriales o culturales.

Para entender el fracaso de esta política para responder de manera efectiva a las preocupaciones de los pueblos indígenas sobre proyectos financiados por el Banco, hay que considerar dos factores principales. Primero, la propia Política Operativa sobre Pueblos Indígenas actual no tiene un enfoque de derechos humanos. Por ejemplo, no está en consonancia con la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (’Declaración’) adoptada por la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2007, ni con el Convenio Nº 169 de la Organización Internacional del Trabajo. Por tanto, la Política, de entrada, no contiene los reconocimientos adecuados. Es un hecho especialmente llamativo que el Banco Mundial sea el único banco multilateral de desarrollo que no reconoce los derechos de los pueblos indígenas al libre consentimiento informado previo. La CIF, dentro del Grupo Banco Mundial, y los bancos regionales (ADB, BID, EBRD, etc.), reconocen estos derechos. El segundo factor principal, es la persistente falta de voluntad política del Directorio Ejecutivo del Banco para hacer cumplir de manera efectiva los requisitos ya existentes en el marco de sus políticas operativas y, obviamente, para intentar dar un paso más y cumplir con los actuales estándares internacionales sobre los pueblos indígenas.

En el pasado, el Directorio del Banco Mundial y los pueblos indígenas mantenían un diálogo de alto nivel. La comunidad internacional de pueblos indígenas participó en el dialogo en un espíritu de buena fe, pero muchas de las preocupaciones que expresamos hasta la saciedad, no tuvieron respuesta del Banco, que tampoco tomó en consideración nuestras recomendaciones. Más aún, el Directorio del Banco Mundial ha suspendido unilateralmente este diálogo de alto nivel sin consulta ni explicación algunas. Estos factores han comprometido seriamente uno de los principales objetivos del diálogo: construir una relación de trabajo de confianza entre el Banco y los pueblos indígenas. En vista de lo anterior, reiteramos nuestra demanda de que el Banco resuelva efectivamente las preocupaciones que son críticas para los pueblos indígenas. Esto incluye una revisión en profundidad del actual portafolio del Banco para asegurarse de que, como mínimo, está en consonancia con las recomendaciones de los estudios y procesos encargados por el propio Banco, y responde a sus conclusiones, en especial al Examen de las Industrias Extractivas y a la Comisión Mundial sobre Represas. Estamos alarmados ante el gran portafolio de inversiones del Banco Mundial en desarrollo energético, que incluye un creciente apoyo a proyectos de grandes represas hidroeléctricas.

Por último, nos gustaría señalar nuestra frustración sobre la actual revisión de las salvaguardas sociales y ambientales del Banco. Estamos muy preocupados por los continuos retrasos en este proceso de revisión y exigimos al Banco que tome medidas rápidamente para establecer un amplio proceso consultivo con todos los interesados y titulares de derechos implicados. Por supuesto, reiteramos nuestra demanda de que estos estándares se alineen con los estándares y normas internacionales sobre los derechos de los pueblos indígenas, incluida la Declaración. Esto incluye el respeto explícito por nuestros derechos colectivos sobre nuestra tierras, territorios y recursos y nuestro derecho específico de conceder o denegar nuestro libre consentimiento informado previo en relación con acciones o decisiones que nos afectan. Demandamos también el reconocimiento del pastoralismo como un medio y un modo de vida, y la inclusión de los pueblos indígenas pastoralistas como pueblos indígenas en las políticas del Banco Mundial, en particular en la Política sobre Pueblos Indígenas. A pesar de las preocupaciones anteriormente expresadas, nos gustaría aprovechar esta oportunidad para expresar nuestra visión sobre mecanismos de asociación y relación emergentes entre el Banco Mundial y los pueblos indígenas. En nuestra opinión, las siguientes áreas proporcionarían una oportunidad para una relación positiva entre nosotros:

1. Establecimiento de un Consejo Asesor del Banco Mundial sobre Pueblos Indígenas independiente (similar al Grupo Asesor Externo del Banco Mundial sobre Bosques). Debería establecerse respetando los procesos de auto selección de los pueblos indígenas para su composición y estar basado en los términos de referencia que se han desarrollado con participación y aportaciones sustantivas de los pueblos indígenas.

2. Establecimiento de mecanismos de consulta, en los niveles nacional y regional, para permitir a los pueblos indígenas hacer aportaciones efectivas a las unidades operativas del Banco e influir, a todos los niveles de toma de decisiones en el Banco, además de contribuir al trabajo del Consejo Asesor sobre Pueblos Indígenas.

3. Reclutamiento de personal experimentado como Punto Focal para Cuestiones Indígenas, con el mandato de coordinarse con mecanismos esenciales de la ONU dedicados a los derechos de los pueblos indígenas (Foro Permanente de la ONU para las Cuestiones Indígenas, Mecanismo de Expertos de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Relator Especial de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas) y de proporcionar apoyo de secretaría al Consejo Asesor sobre Pueblos Indígenas. Se ha pedido al actual asesor sobre pueblos indígenas que se jubile anticipadamente y no ha sido reemplazado. Debería ser reemplazado por personal senior, a nivel de director.

4. Capacitación interna del personal del Banco para garantizar que el personal está mejor informado y es más capaz de aplicar los requisitos de la política del Banco y los estándares internacionales sobre los derechos de los pueblos indígenas.

5. Apoyo financiero específico para la capacitación de los pueblos indígenas. Seguiremos intentando construir procesos de participación efectiva con el Banco y nos gustaría recibir señales positivas sobre cómo el Banco situará a los pueblos indígenas en el centro de sus intervenciones de desarrollo, siguiendo un marco de respeto de los derechos de los pueblos indígenas y garantizando su participación plena y efectiva. Si no se responde a nuestras propuestas para una participación efectiva y las prácticas del Banco no evolucionan para responder a las circunstancias emergentes, la desconfianza que los pueblos indígenas sienten hacia el Banco persistirá y aumentará. Esto será un obstáculo en las actividades globales del Banco, y puede llevar a más conflictos entre los pueblos indígenas y el Banco, tanto en el nivel de los proyectos concretos como en el nivel institucional, empeorando el negativo historial pasado del Banco.

Los pueblos indígenas esperamos mantener un diálogo constructivo con usted y discutir nuestras preocupaciones y proporcionar nuestra experiencia para su trabajo. Una vez más, le deseamos éxito en el desempeño de su cargo en el Banco Mundial.

NOMBRE DE LA ORGANIZACIÓN Y PAÍS:

Asia Indigenous Peoples Pact (AIPP), Tailandia
AlyansiMasyarakatAdat Nusantara, Indonesia (Alliance of Indigenous Peoples of the Archipelago)
Mainyoito Pastoralist Integrated Development Organization (MPIDO), Kenia
Tebtebba Foundation, Filipinas
Forest Peoples Programme (FPP), Reino Unido
International Work Group on Indigenous Affairs (IWGIA)

Revista Online ALAI, América Latina en Movimiento - 8 de junio del 2012

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