Litio, el "oro blanco" del Cono Sur
En lo que coinciden todos es en que el litio es el gran protagonista de una revolución energética.
En este contexto, muchos miran con atención hacia el Cono Sur, donde se encuentra la mayor reserva de este metal alcalino del mundo.
Bolivia, Chile y Argentina concentran más de la mitad de las 40 millones de toneladas de litio que, se estima, subyacen en el planeta, algo que llevó a la revista estadounidense Forbes a denominar a la región como la "Arabia Saudita del litio".
A pesar de que Bolivia tiene el yacimiento más grande, en el salar de Uyuni, el país que más ha explotado el litio es Chile, que tiene la segunda reserva del mundo en el salar de Atacama y es actualmente, junto con Australia, el principal productor internacional.
El potencial económico que tiene el litio ha estado en el centro de una controversia que se generó en el país transandino esta semana, luego de que el gobierno declarara inválido un proceso de licitación que le dio a una empresa privada el derecho de explotar litio en los próximos 20 años.
Muchos se oponen a la decisión del presidente Sebastián Piñera de adjudicar contratos de explotación a empresas privadas, porque consideran que un bien tan estratégico debería permanecer en manos del Estado.
Sin embargo, tanto Chile como sus vecinas Argentina y Bolivia han promovido la llegada de empresas, sobre todo extranjeras, para desarrollar este prometedor recurso.
Negocio incipiente
Más allá de las enormes perspectivas futuras, en la actualidad la explotación de litio en el Cono Sur es un negocio que aún está "en pañales".
Bolivia todavía no extrae litio a gran escala y el gobierno de Evo Morales ha buscado crear alianzas con empresas de Francia y Japón y con el gobierno de Corea del Sur para obtener la tecnología necesaria para la extracción, sin ceder la soberanía del país sobre este bien tan preciado.
Según el experto boliviano en litio Oscar Ballivián Chávez, el gran problema que tiene Bolivia es que el litio de su salar está muy mezclado con magnesio y se necesitan insumos caros para poder separarlos.
Así, a pesar de contar con reservas estimadas en nueve millones de toneladas –las más grandes del mundo-, el país tiene grandes desafíos a la hora de extraer el metal.
Argentina, en cambio, se beneficia de tener un litio más puro en sus yacimientos del noroeste del país, ya que la presencia de magnesio es menor.
En la actualidad, este país tiene un solo yacimiento en funcionamiento: el salar del Hombre Muerto en la provincia de Catamarca, que es explotado por una empresa estadounidense.
Pero en los próximos años se prevé una verdadera explosión, con la apertura de nuevos proyectos en las vecinas provincias de Salta y Jujuy.
En septiembre, la automotriz japonesa Toyota anunció la compra del 25% de un yacimiento de litio en el salar de Olaroz, en Jujuy, que será explotado junto con la minera australiana Orocobre y el gobierno de esa provincia.
Hoy Argentina (que tiene reservas estimadas en unas seis millones de toneladas) produce y exporta 15.000 toneladas de carbonato de litio, una cifra que el gobierno de Cristina Fernández espera multiplicar en los próximos años.
En Chile, la producción actual de litio (unas 59.000 toneladas) es extraída por las dos empresas que hasta ahora tenían la exclusividad del mercado: Sociedad Química y Minera de Chile (SQM), de capitales nacionales, y Sociedad Chilena del Litio, en manos de la estadounidense Rockwood.
Si prosperan los planes del gobierno de otorgar contratos especiales para ampliar la explotación privada, en los próximos 20 años se prevé extraer 100.000 toneladas más, de las cerca de siete millones de toneladas que tendría como reservas.
Potencial económico
Los planes de expandir de forma exponencial la extracción de litio apuestan a un futuro en el que la demanda por este metal blando se multiplicará, a medida que el petróleo vaya desapareciendo y su precio se torne inaccesible.
En este sentido, muchos destacan el fuerte crecimiento que ya ha tenido el valor del litio, que desde 1998 aumentó en un 238%, según cálculos publicados en medios chilenos.
Sin embargo, no todos creen que este elemento, apodado "oro blanco", traerá grandes riquezas al Cono Sur.
Jaime Alée, director del proyecto Centro Innovación del Litio, de la Universidad de Chile, le dijo a BBC Mundo que otros metales como el oro y el cobre seguirán valiendo mucho más que el litio, porque son mucho más escasos.
"El mercado del litio es muy pequeño, hoy en día se usan apenas 160.000 toneladas de carbonato de litio, el total de lo que se produce en el mundo. Y se trata de un negocio que genera unos US$500-600 millones, comparado a los US$50.000-60.000 millones que genera el cobre", comparó.
A pesar de la demanda creciente, expertos como Alée aseguran que las reservas de litio son suficientes para durar 1000 años, algo que garantizará que su precio se mantenga bajo.
El principal motivo es que el litio se usa en cantidades muy pequeñas. En baterías de computadoras y celulares se emplean cantidades mínimas, pero incluso en baterías para autos esta sustancia representa solamente el 5% del producto total.
Por eso, los científicos creen que la verdadera fortuna asociada al litio no está en la extracción, sino en el valor agregado.
Ernesto Calvo, director del Instituto de Química Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía de Argentina (Inquimae), le dijo a BBC Mundo que este país se propone construir sus propias baterías de litio para autos.
"Si Argentina pudo construir un reactor nuclear y un satélite, podemos hacer esta batería", afirmó.
Por ahora esta nación es la única de Sudamérica que tiene en marcha dos proyectos para crear baterías de litio para aparatos eléctricos. Sin embargo, las empresas del sector no fabrican las partes en el país, sino que las importan y ensamblan los insumos extranjeros.
Actualmente, la industria de las baterías de litio está en manos de países asiáticos, en especial Japón, y de Estados Unidos, que ha invertido cifras millonarias para desarrollar ese mercado.
BBC Mundo - 3 de octubre de 2012