"Lamentamos la falta de sensibilidad de Vale para anunciar su salida"
Luego de exponer en el seminario "Las crisis internacionales de 2007 y 2009", organizado por la Universidad Tres de Febrero, Garcia tuvo un encuentro con este diario. A continuación, los principales fragmentos de la conversación.
Periodista: Sobre el reciente presidente electo de Paraguay, Horacio Cartes, pesan varias denuncias. En las filtraciones de WikiLeaks se lo involucra con lavado de dinero del narcotráfico; su empresa Tabesa está acusada de contrabando de cigarrillos en Brasil por la CPI (Comisión Parlamentaria de Investigación de la Cámara de Diputados) e incluso el grupo Souza Cruz lo demandó por ese motivo. Que Cartes haya sido elegido en las urnas, ¿ despeja dudas sobre su figura?
Marco Aurélio Garcia: En primer lugar, nadie vive de sospechas. Cuando hay sospechas, se abre un juicio. Son los juicios los que definen si las sospechas son verdaderas o no. A nosotros nos preocupaba que las elecciones allá en Paraguay fueran limpias, y nuestros observadores de la Unasur constatan que lo fueron. Así que Cartes es el presidente.
P.: Es decir que no hay dudas hasta que se demuestre lo contrario.
M.A.G.: Si yo no adopto esta posición, estaré sospechando de todos sobre los cuales se hagan denuncias.
P.: En Paraguay aún resta que el Congreso apruebe el ingreso de Venezuela en el Mercosur. ¿Está suspeditado el retorno de Paraguay al bloque a una votación afirmativa?
M.A.G.: No, porque si ellos no votan, al ingresar al Mercosur están aceptando a Venezuela. Lo ideal sería que lo salvaran para que no se cree un problema suplementario. Es como si Paraguay estuviera ingresando nuevamente.
P.: Ahora el foco de la atención está puesto sobre Venezuela. Desde algunos sectores de la oposición pidieron la intervención de la Unasur en el conflicto, sobre todo después de los choques que hubo en la Asamblea Nacional (AN, unicameral) entre los diputados de ambos bandos. ¿Lo considera necesario?
M.A.G.: Nosotros esperamos que la relación del Gobierno con la oposición se dé de forma correcta. Pero de ninguna forma quiero responsabilizar a Maduro de lo que pasó. Nuestro deseo de la Unasur como el de Brasil es que se pueda restablecer lo más pronto posible el clima de diálogo, para que el presidente pueda cumplir con sus obligaciones de Gobierno.
P.: La semana pasada Dilma Rousseff participó de una cumbre biltareal con Cristina de Kirchner en Buenos Aires, pero no fueron hechas declaraciones conjuntas sobre temas espinosos como las restricciones a las importaciones o lo acontecido con la minera Vale. ¿Qué se espera de ahora en adelante de las relaciones bilaterales?
M.A.G.: El hecho de que no haya habido declaraciones no quiere decir que la cuestión no avanza. Usted comprenderá que estas cuestiones se trabajan con discreción y paciencia. Y creo que hemos avanzado. El problema con Vale es que es particular, porque es un conflicto de una empresa privada con un Gobierno. Lo que nosotros tratamos de hacer es conseguir un acuerdo, dado que sería un proyecto que tendría un alto impacto para las relaciones de Brasil y la Argentina. Este tema no está agotado, porque sentí que hay una disponibilidad del Gobierno argentino para llegar a una conclusión. Quiero agregar también que lamento mucho que Vale no haya tenido sensibilidad, dado que ellos eligieron anunciar la salida de la Argentina durante la reunión de Dilma con Cristina. No pareció una actitud muy sensata desde el punto de vista político.
P.: ¿Y sobre las restricciones?
M.A.G.: Los ministros de Comercio y (la ministra de Industria argentina) Débora Giorgi deberían llegar a una nueva discusión para avanzar, pronto, lo antes posible.
P.: El debate sobre los medios de comunicación dominó la región en los últimos años. ¿Cree que debe instalarse el tema también en Brasil?
M.A.G.: No creo que haya debates prohibidos. En Brasil hay muchos que están defendiendo una regulación del sector, sin afectar los contenidos. Abarca tanto a la prensa escrita como a la radio y la TV, que, como ocurre aquí, acceden a las emisoras a través de concesiones públicas. Por lo tanto, si son concesiones públicas deben respetar las normas públicas y no las privadas. Hay que tratar eso con mucha tranquilidad, aunque se sepa que gran parte de la prensa, de los medios brasileños, tiene una posición de fuerte hostilidad en contra del Gobierno. Aun así, el Gobierno no está muy preocupado porque más allá de esas hostilidades, nosotros entendemos que una cosa es la opinión pública y otra la opinión publicada.
Ambito financiero - 3 de mayo de 2013