Crisis de la Eurozona: hay una alternativa realista y factible, lejos del falso dilema austeridad/crecimiento y de las tentaciones del federalismo autoritario
Pero quien quiera profundizar en su visión política alternativa, puede consultar otros dos textos, más dilatados y circunstanciados, publicados anteriormente en SinPermiso: 1) ">www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5372] "Mensaje a los euroescépticos (de derecha e izquierda): quienes más despreciamos el euro somos quienes mayor obligación moral tenemos de contribuir a estabilizarlo"; 2) ">http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5205]"Depresión en la Eurozona. Cómo restaurar la demanda agregada en países como Grecia y España, sin crear nuevas burbujas".
En el contexto de 2013 OCDE Forum, el pasado 28 de mayo tuvo lugar un debate sobre si el mundo en general y Europa en particular necesita más o menos austeridad. Más abajo, podéis encontrar mi respuesta a la pregunta del moderador sobre qué alternativas tiene la Eurozona en punto a mayor o menor austeridad. Pero antes, un breve comentario sobre el resultado principal de la encuesta de opinión PEW presentada por Bruce Stokes (de Global Economic Attitudes), según el cual una gran mayoría de europeos prefiere devolver la deuda a incrementar los estímulos económicos.
Un breve comentario al resultado de la encuesta de PEW
Si en medio de la pandemia de Peste Negra europea se hubiera hecho un sondeo de opinión, una mayoría de europeos habría echado la culpa de la plaga a la pecaminosa vida llevada hasta entonces, y es más que probable que aceptara el punto de vista dominante, según el cual el remedio para librarse de la enfermedad no era otro que la autoflagelación expiatoria y la punición colectiva. Siempre hay que estar muy atentos a los movimientos de la opinión pública, huelga decirlo; pero no deberíamos permitir que las encuestas nublaran nuestro juicio.
Alternativas al falso debate austeridad/crecimiento en la Eurozona
He aquí mi esquema de intervención:
Si después del otoño de 2008 el Estado de Nevada se hubiera visto obligado a:
- rescatar sus propios bancos,
- refinanciar su déficit primario, causado por el desplome del mercado de bienes raíces, y
- cubrir con prestaciones de desempleo a sus parados; entonces:
- por muchos estímulos que el señor Obama hubiera inyectado en la economía, e independientemente de la flexibilización cuantitativa (QE) del señor Bernanke, ¡Nevada se habría convertido en un Estado fallido!
Más pronto que tarde, los Estados federados norteamericanos y sus sectores bancarios habrían comenzado a despeñarse, uno tras otro, por el abismo fiscal de la austeridad competitiva. Pues bien; eso es precisamente lo que ha sucedido en la Eurozona.
De modo que la obsesión europea con la austeridad competitiva no es tanto una opción política ideológicamente motivada, sino que es más bien el resultado de una Eurozona pésimamente diseñada: por eso lo que tenemos entre manos es una crisis sistémica.
Pero para quienes piensan que la solución a esta catástrofe consiste en federarse, en crear unos Estados Unidos de Europa, mi mensaje es: ¡Piénsenlo mejor! Ni es factible la Federación, ni es deseable como mecanismo para frenar la crisis.
¿Cuál es entonces la alternativa? La alternativa es servirse de las instituciones existentes, a fin de reajustar la Eurozona de modo que se frene su desintegración sin necesidad de Nuevos Tratados y sin necesidad de que se transfiera un solo euro de los contribuyentes alemanes a los de la periferia.
¿Es eso factible? ¡Desde luego que lo es!
Por lo pronto, sin siquiera necesidad de una unión bancaria, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEE), en colaboración con el BCE, podría tomar el control de los bancos quebrados, recapitalizar algunos, liquidar otros y poner sin mayores dilaciones en almoneda los activos bancarios saneados (con beneficios para el contribuyente europeo).
En segundo lugar, el BCE podría actuar como intermediario entre los Estados miembros y los mercados monetarios, ayudando a esos Estados en el servicio de la porción de su deuda que permite Maastricht con tasas de interés bajas. Puede hacer eso sin necesidad de imprimir un solo euro ni de comprar un solo bono. Limitándose a actuar como intermediario.
En tercer lugar, debería darse luz verde al Banco Europeo de Inversiones (BEI) para embarcarse, en colaboración con el BCE, en un programa de inversiones orientadas a la recuperación económica. Un New Deal europeo podría entonces financiarse en un 50% con emisiones de bonos por parte del BEI, y en otro 50%, con bonos respaldados por el BCE y redimibles a través de los propios proyectos sobre la base de principios puramente bancarios.
Con inversión, reforma bancaria y deuda pública holgadamente europeizadas, podría imponerse el equilibrio presupuestario a todos los Estados miembros, mientras que el conjunto de la Eurozona recibiría un importante estímulo al crecimiento y la deuda caería por doquiera.
A esta más bien modesta alternativa la llamo yo Europeización Descentralizada. Sin transferencias fiscales, sin eurobonos garantizados de consuno, sin un Tesoro Federal, sin recompra de deuda, sin cambios en los Tratados: esa alternativa liberaría a Europa del ridículo dilema entre la suicida austeridad quebrantahuesos y los ineficientes estímulos proporcionados a escala nacional.
Sin Permiso - 29 de mayo de 2013