La política en el centro
–Transcurridos más de 10 años de gobiernos kirchneristas, ¿cuál es el balance que hace?
–Creo que Néstor Kirchner aparece como alguien que estuvo dispuesto a enfrentar a los poderes fácticos que, de un modo u otro, venían predominando en la Argentina desde hacía décadas. Tanto él como Cristina actúan en esta década en un proceso que, efectivamente, rompe con cuestiones centrales del neoliberalismo en el país y se decide –con una gran determinación– a articular, con el resto de los procesos latinoamericanos, un nuevo posicionamiento de este país que también implicó una ruptura con el posicionamiento tradicional de la Argentina. Una cuestión central de este proceso político fue haber recolocado al Estado como el gran protagonista de todas las políticas del gobierno, de forma tal que ahí hay un eje central cuya culminación más importante, quizá, es la reestatización del 51% del capital de OMI, y que tuvo otros hitos en la recuperación del agua, de Aerolíneas Argentinas y demás. En esa línea hay que destacar que hemos tenido una de las estatizaciones más importantes de la historia. Me refiero a las administradoras de fondos de jubilación y pensión. Otra cuestión central fue la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, piedra angular del neoliberalismo tanto en el país como en el mundo entero. También un aspecto muy importante es el tema del trabajo. No me refiero solamente a la recuperación de los 6 millones de puestos de trabajo que, de por sí, es un fenómeno social notable, sino al hecho de colocar al trabajo como eje ordenador de la sociedad. Gobernar es dar trabajo; es ese uno de los preceptos sociales y democráticos de gran valor. En ese sentido, también creo que se han planteado políticas de carácter social – como la Asignación Universal por Hijo o el plan Progresar– que están ligadas con una visión según la cual el Estado tiene que salir al encuentro de las necesidades de los sectores sociales vulnerables hasta que se vaya consolidando el círculo virtuoso de la economía en el que se logre alcanzar el trabajo para todos. El indicador de la desocupación es bajo: 6,7%. Sin embargo, en ese sentido hay mucho por hacer; particularmente, desterrar el trabajo informal, el trabajo en negro.
Revista Acción Nº 1142 - segunda quincena de marzo de 2014