Desde el Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE) y la revista Realidad Económica concluimos un año de trabajo de cara al inicio de 2023. Un año -el que se avecina- en el que se impone nuevamente la tarea de avanzar en la senda del bienestar, la solidaridad, la democracia y el desarrollo de la sociedad argentina.

Ese mencionado horizonte, enraizado en el legado de nuestra institución a lo largo de más de 60 años de historia, nos convoca a continuar construyendo de forma colectiva las herramientas necesarias para superar definitivamente las limitaciones y las barreras que obturan la consolidación de una Argentina justa e igualitaria.

Desde el pensamiento y la acción, el IADE y Realidad Económica realizan un camino que cuenta con el aporte y la labor de distintas personas. Allí están trabajadores y trabajadoras, suscriptores, directivos, miembros de la comisión, autores, lectores, evaluadores, investigadores y diversas instituciones. A todos ellos, una vez más el profundo agradecimiento por acompañarnos en el quehacer de nuestra entidad.

El nuevo año que llegará con la conmemoración de los 40 años de democracia ininterrumpida supone desafíos de gran magnitud en distintos escenarios como las ciencias, la política, la economía y el campo cultural, entre otros.

Pocos días atrás, la sustancia de la sociedad argentina volvió a dar cuenta de la potencia de su voz compartida. Deseamos que esa escena pueda servir como guía para trazar el foco de una verdadera mirada puesta en la mejora definitiva de la vida de todos los habitantes del país.

Nuestro abrazo, agradecimiento y el anhelo de un 2023 en el que la alegría sea fruto también del bienestar compartido.

Los invitamos a seguir acompañándonos.

^{IADE – Realidad Económica / Diciembre 2022}

Al mundo (Andrea Zanzotto)

Mundo, sé, y bueno:

existe buenamente,

haz que, procura que, tiende a, dime todo,

aquí, que yo me revolcaba, eludía

y toda inclusión era activa,

no menos que toda exclusión;

Sé valiente, existe,

no te enclaustres en ti mismo, en mí mismo.

Yo pensaba que el mundo así concebido,

con ese súper-caer súper-morir

el mundo así facturado

era sólo un yo mal esbozado

era mi yo indigesto mal fantaseante

mal fantaseado, mal pagado

y no tú, bello, no tú, “santo” y “santificado”

un poco más allá, de lado, de lado.

Prueba (ex-des-as- etc.)-istir

y todas las demás proposiciones conocidas e ignoradas,

otórgate una posibilidad,

haz, “buenamente un poco”:

y que el engranaje funcione.

Vamos, hermoso, vamos.

                   Vamos, münchhausen.

(en versión del poeta y traductor José P. Serrato)