En primer lugar, Gustavo García Zanotti mostró el análisis realizado en su artículo “Estrategias de acumulación de empresas multinacionales del sector oleaginoso en Argentina durante el nuevo milenio (2001-2015)” planteando cómo influye el rol de las multinacionales en el modelo económico de procesamiento de recursos naturales y la apropiación del excedente. Ese excedente, al salir de los países de la periferia, genera desvíos de recursos y escasez de divisas. Las guaridas fiscales son la herramienta que permite fundamentalmente esta entrada y salida de divisas.

Zanotti enmarcó su estudio definiendo a la fuga de capitales como “aquellas transacciones que impliquen una salida neta de divisas, en la cual por el lado de la firma receptora de las mismas, involucre a una empresa del mismo conglomerado en una guarida fiscal” entendiendo a las “guaridas fiscales” como “todo lugar que procura atraer negocios ofreciendo instalaciones políticamente estables que ayudan a personas o entidades a eludir reglas, leyes y regulaciones en otras jurisdicciones”.

El panel continuó con la intervención de Katiuska King, quien explicó que existe una economía de bienes y servicios “a la sombra” con recursos conectados entre el sector productivo y el financiero. El movimiento de recursos financieros afecta (y se ve afectado) por el valor de tipo de cambio.

Existen tres flujos fundamentales de dinero ilícito: criminalidad, corrupción y sector comercial. Esto no significa que su origen sea ilícito, sino que puede ser legal pero en algún momento del uso o transferencia adquirir un carácter ilegal. King explicó que, en este contexto, si bien la fuga de capitales es un hecho histórico, el mismo vuelve a tomar relevancia. Esto se debe a que se incluyen nuevos fenómenos y los instrumentos que los facilitan también facilitan la transferencia y el ocultamiento de recursos proveniente tanto de la corrupción como del crimen organizado.

En el final, Magdalena Rua desarrolló las distintas visiones sobre el fenómeno de fuga de capitales, haciendo hincapié en el funcionamiento de la misma como eje fundamental del modo de acumulación de las élites latinoamericanas. Esto se da en tanto ha cambiado la estructura económica y productiva de la región desde 1980 en adelante, aumentando tanto los flujos anuales como los stocks de fuga de capitales.

La panelista analizó las consecuencias de este fenómeno: se convierte en un condicionante para el desarrollo induciendo a la restricción externa, genera problemas de estabilidad y aumenta los stocks de deuda, representa una salida del ingreso nacional que no financia stock de capital fijo y es un problema estructural, persistente y con cierta independencia del ciclo económico.

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