Chávez de visita en Rusia
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, comenzó este martes su visita a Rusia, para lo cual ha elegido como primera parada Volgogrado, que se cubrió de gloria durante la Segunda Guerra Mundial bajo el nombre de Stalingrado.
Pero esta ciudad a orillas del Volga es también famosa como centro del complejo de la industria militar rusa, que es lo que, como buen soldado, le interesa a Chávez en este viaje que estará centrado en temas militares y estratégicos, en los que los hidrocarburos tendrán un destacado lugar.
La semana pasada, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Ivanov, aseguró que ya hay acuerdo para vender a Venezuela una treintena de "cazas de la familia SU-30" y otros tantos helicópteros.
El contrato supera los US$1.000 millones, pero el interés del Kremlin, más que en la suma misma, reside en la posibilidad de que Venezuela se convierta en plataforma y escaparate de armas rusas que abra la expansión de las ventas de su armamento en América Latina.
Chávez vs EE.UU.
La retórica antiestadounidense de Chávez despierta simpatía entre gran parte de la población rusa, que también ve -como lo hacía antes, en la época soviética- a Washington como un enemigo de Moscú, aunque esta opinión no la compartan hoy, al menos oficialmente, los dirigentes del Kremlin.
La visión de Chávez de Estados Unidos como un imperio decadente que representa una "amenaza para el planeta" es compartida en Rusia por muchos, especialmente por los nostálgicos de la época en que Moscú era la capital de una gran y temida potencia.
Pero lo que cuenta para los dirigentes rusos es la decisión de Chávez de comprar armas en Moscú y la riqueza petrolera de Venezuela, el quinto exportador de crudo del mundo.
Rusia, con sus inmensas riquezas en petróleo y gas y la importancia que le da a la seguridad energética, tiene gran interés en desarrollar las relaciones con Venezuela en esta esfera.
Estos temas indudablemente estarán en el centro de las conversaciones que el presidente venezolano mantendrá con el de Rusia, Vladimir Putin, en el Kremlin.
Bielorrusia
Chávez visitó Bielorrusia, aliado del Kremlin, antes de venir a Rusia.
La elección de Minsk como primera parada europea no ha sido casual y está cargada de valor simbólico.
Chávez, que está desarrollando excelentes relaciones con los enemigos de Washington como Cuba e Irán, no podía dejar de visitar a su homólogo Alexandr Lukashenko, el "último dictador de Europa", en opinión de Estados Unidos.
Los bielorrusos, que tienen buenos especialistas en petróleo y que se quejan de que sus amigos rusos los utilizan poco, están muy interesados en desarrollar sus relaciones con la potencia petrolera latinoamericana.
Además, Bielorrusia es también un importante productor de armamentos.
Irán y Corea del Norte
Las relaciones comerciales de Venezuela con Rusia van viento en popa: si en el año 2003 sumaban sólo US$60 millones anuales, desde entonces han crecido en un 400%, sin contar la cooperación militar, según datos dados a conocer por la radio venezolana.
El contrato de más de US$1.000 millones anunciado para la compra de aviones de combate no es el primero en la esfera militar que el gobierno de Chávez firma con Rusia.
El año pasado Moscú vendió a Caracas diez helicópteros Mi-17, Mi-26 y Mi-35, además de 100.000 fusiles automáticos Kaláshnikov AK-103.
Si las negociaciones económicas entre Putin y Chávez estarán centradas en las armas y los hidrocarburos, los temas principales de política internacional serán Irán y Corea del Norte.
Rusia ha llamado a Teherán a que cese el enriquecimiento de uranio, al tiempo que reconoce su derecho a acceder a las altas tecnologías, incluidas las nucleares.
Y Chávez, que viajará a Irán después de Rusia, apoya incondicionalmente el programa nuclear del gobierno de los ayatolás.
El Kremlin también trata de convencer a Corea del Norte -país que se encontraba en el programa inicial de la visita de Chávez, pero que ha sido dejada para un viaje futuro- de que abandone su programa nuclear y de misiles.