Crisis a la italiana
En la crisis del mes pasado, Romano Prodi estuvo a punto de perder su silla porque algunos senadores de su coalición de 16 partidos decidieron restarle el apoyo. El gobierno de Prodi está jaqueado por “derecha” y por “izquierda”. La derecha le exige que continúe con las políticas neoliberales heredadas de Berlusconi y en política exterior, que mantenga la alianza con Estados Unidos. Dos senadores del Partido de la Refundación Comunista (PRC) se opusieron al envío de tropas a Afganistán y pusieron en riesgo la continuidad de Prodi. El dilema de los senadores pasaba por apoyar la continuidad de la ocupación de aquel lejano país o correr el riesgo de que se disolviera el gobierno, se convocara a nuevas elecciones y Berlusconi retornara al poder.
Franco Turigliatto, uno de los dos senadores señalados, planteó que él no era responsable de la crisis del gobierno que apoyaba. Sostuvo que las políticas implementadas lo obligaban a votar en contra, porque estas políticas se alejaban del mandato de quienes lo habían votado.
El fantasma del retorno de Berlusconi es real. La mayoría de los italianos considera que el nuevo gobierno de Prodi no podrá mantenerse por mucho tiempo aunque le haga concesiones a los partidos de centro y de derecha para que no lo hostilicen. Mientras tanto, Berlusconi se afila las uñas, porque está convencido de que muy pronto regresará al poder.
El dilema que se le planteó a los dos senadores es común a muchos parlamentarios de izquierda que participan de coaliciones, de izquierda o centro izquierda, en diferentes países. ¿Hay que apoyar medidas con las cuales no se está de acuerdo por temor a que caiga el gobierno y retorne la derecha? ¿Cuál es el límite entre ideología y “realismo”? En Italia parece que están buscando la respuesta.
Fuente: Accion Digital - EDICION 974 - Segunda quincena de marzo de 2007