Debaten quién alimentará a 1.000 millones de personas
Son las que ingresarán a la clase media de acá a 2015 en todo el mundo.
De aspecto frágil, Carole Brookins disparó el dato soñado para los 300 representantes de las principales empresas mundiales que producen alimentos e insumos para el campo. La ex vice del Banco Mundial informó que en 2015, de aquí a 9 años, se incorporarán 1.000 millones más de personas a la clase media. Se agregan a la actual población mundial de clase media que se sitúa en 2.700 millones de personas.
A esos empresarios, llegados a Buenos Aires desde 27 países, la información no los tomó por sorpresa. Desde Nestlé a Cargill, pasando por Bunge; Monsanto; las fabricantes de maquinarias como John Deere o la argentina Biosidus, entre otras tantas, están desplegando ingeniería de todo tipo para lo que es la pelea del siglo: quién va a alimentar a esos futuros consumidores.
El posicionamiento que tendrán los países y las compañías fue el tema central de debate en Buenos Aires, que fue sede esta semana y por primera vez del congreso del IAMA (International Food and Agribusiness Management Asociation). La entidad cobija a las multis de la alimentación, gobiernos y universidades y está presidida por el argentino Héctor Laurence, de McLaren Holdings.
Brookins dio otras proyecciones. Hacia 2050 el PBI de Asia trepará al 50% del PBI mundial. Eso suena a música para países que producen alimentos que pueden seguir siendo proveedores de China y todos sus vecinos.
El Banco Mundial estima que la participación de América latina en el PBI global va a crecer 4%, que la de Europa va a declinar y que la de Estados Unidos se va a mantener constante.
Argentina, según contó el secretario de Agricultura Miguel Campos, está en buena posición. Ya es el primer exportador de aceites y harinas de girasol y soja, limones y jugo de limón, miel y peras. Es el segundo exportador mundial de maíz y sorgo, el tercero de leche en polvo, el quinto en trigo y la sexta en carnes.
Sin embargo sus propios socios en el cono sur piensan dar una fuerte batalla. Luis Schmidt Montes, presidente de la asociación que agrupa a los productores chilenos, dijo que Chile tiene como estrategia pasar de ocupar el puesto 17 entre los exportadores de alimentos para estar entre los diez primeros.
Brasil no se queda atrás. Acaba de impulsar un plan millonario para alentar a sus productores agropecuarios.
Pero Hans Johr, director mundial de Nestlé, señaló que Argentina se destaca entre los productores de alimentos. "Hay muchísima oportunidades de negocio", dijo. En la misma línea se despachó Gianluigi Zenti, de la líder de pastas italiana Barilla. Gustavo Grobocopatel, uno de los mayores productores de la Argentina, puso el acento en la necesidad de reforzar los vínculos productivos entre el agro, la industria y las instituciones educativas", señaló jugando con una corbata con motivos de girasol.
Brookins dejó, sin embargo, una advertencia. "Hay países que tienen el mercado, como Brasil, la India, o China. Por lo tanto, los riesgos pesan menos en la decisión de invertir. Aquí los desafíos son otros. Deben ser previsibles y mejorar la infraestructura", aconsejó la ex funcionaria, logrando miradas aprobatorias.
Al terminar su exposición un solícito ministro de hacienda porteño, Guillermo Nielsen, que fue representante agrícola argentino en Europa en los años 80, se acercó al estrado y le tendió el brazo para ayudarla a bajar.
Fuente: Clarin