Desarrollo y complejización de la matriz productiva

Eduardo N. Dvorkin
Durante los 12 años de gobiernos kirchneristas, la Argentina atravesó un fuerte proceso de crecimiento económico: entre 2003 y 2012 el PIB creció a un promedio de 7,2% anual, sorteando en ese periodo la crisis internacional del año 2009, en la que el comercio mundial sufrió una contracción del 13%. Es importante destacar, por su efecto sobre el estándar de vida de la población, que el crecimiento industrial fue aún mayor: 9% anual medido en lVF (Indice de Volumen Físico). Así, el PIB industrial per cápita durante el periodo se ubicó un 90% por encima del año 2002 y un 35% por encima del máximo alcanzado durante la convertibilidad en el año 1997.

El proceso de crecimiento estuvo sostenido por una tasa de inversión promedio del 20% durante el período 2003-2012. El período kirchnerista arranca con tasas de inversión muy bajas: 11,3% en el 2002 y 14,3% en el 2003, para ubicarse en un 20,9% en el 2012, con un máximo histórico del 22,3% en el 2011.

En paralelo con el crecimiento del PIB mejoraron los indicadores de inclusión e igualación:

*El coeficiente Gini para los asalariados disminuyó de 0.442 a 0.362 entre 2003 y 2012.

*Los hogares de menores ingresos (deciles 1 a 5), que ostentaban en 2002 una participación del 23,8% en la distribución de los ingresos, en el año 2012 lo hicieron con un 30%.

*La cobertura previsional pasó de abarcar al 70,2% de la población mayor de 65 años en el 2001 al 95,8% en el 2010 y al 97% en el 2015.

Revista Coyuntura y desarrollo Nº 361 (FIDE) - 23 de abril de 2015

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