Planificación, gobierno y poder
“Una cosa es hablar del Estado y otra es hablar del gobierno y del poder. Son cosas diferentes. Cada vez creo más que el tema central es el poder, sus conflictos y su solución. La planificación puede cambiar algo en la medida en que se afianza y se construye poder. Cuando se da una ecuación progresista debe aprovecharse en el sentido de la construcción permanente de poder. Para eso la planificación es un instrumento clave. La planificación objetiviza y racionaliza el ejercicio de las funciones del Estado. Por ejemplo, Kubitschek, en el Brasil, definió las actividades estratégicas para los siguientes cincuenta años. Yo sostengo desde hace tiempo la necesidad de un plan que defina, objetivice y formalice las políticas de una estrategia. Estoy convencido de que en la Argentina necesitamos un plan como exposición racional y objetiva de las políticas y las estrategias de desarrollo”.
Modelos de desarrollo
De paso por Buenos Aires, donde dictó seminarios en el Centro Cultural de la Cooperación y en el Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE), el economista chileno Gabriel Palma dijo a Acción: «Para entender por qué salen capitales de la región hay que considerar que el 10% más rico en la Argentina, Chile, Brasil, en América Latina, se lleva más o menos el 45% del ingreso. De eso, sólo invierte un tercio.
Injusto, Insostenible y en las Sombras
Después de la guerra del Agua el año 2000, Bolivia fue víctima de un ataque de la corporación Becthel, que utilizó el sistema de Reglas de Inversión Global para demandar al Estado boliviano por 50 millones de dólares. El caso desencadenó una polémica, tanto en Bolivia como a nivel internacional, ya que se trataba de una de las multinacionales más grandes del mundo, que estaba demandando a Bolivia exigiéndole una compensación, no solo por el valor de su inversión en el país, sino también por la pérdida de sus ganancias futuras. Este fue uno de los casos más emblemáticos acerca del uso de este sistema que rige la inversión internacional, mediante el cual una corporación cuestionó una política de interés público, como fue, en este caso, la recuperación del agua y su gestión por el pueblo de Cochabamba.
“Yo era un indeseable que llegué a una fiesta a la que nadie me había invitado”
Luiz Inácio Lula da Silva es un ser práctico, intuitivo, que busca la resolución concreta de los problemas. Fue en buena medida por eso que se desarrolló en Brasil un complejo proceso de articulación política que tornó posible la prioridad de lo social y la promoción de políticas igualitarias, la soberanía externa y la recuperación del papel activo del Estado en la construcción de los derechos ciudadanos.
La importancia de las ideas propias sobre el desarrollo y la globalización
Hasta la crisis de 1930, el enfoque neoclásico prevaleciente en el “centro” del orden mundial fue el patrón de referencia de las ideas económicas en la periferia. Desde entonces y hasta el final del “periodo dorado” de la posguerra, la ortodoxia fue sustituida por el paradigma keynesiano y el “centro” abandonó su pretensión hegemónica sobre el pensamiento periférico.
Fue en ese escenario de “vacío teórico” y de crisis del orden mundial que emergió en América Latina, bajo el liderazgo de Raúl Prebisch, el reclamo de una visión original y propia del desarrollo de nuestros países y de su inserción en el sistema internacional. La cepal difundió a escala regional y, aún más allá, la crítica a la relación centro-periferia, la propuesta industrialista y las nuevas responsabilidades del Estado.
China tiene un sueño
El flamante presidente de China Xi Jinping inauguró su gobierno prometiendo hacer realidad “el sueño chino” del rejuvenecimiento nacional. Esa visión será la filosofía que guíe el nuevo liderazgo durante los próximos cinco años.
La experiencia del “Plan trienal para la reconstrucción y la liberación nacional” (1974-1977)
La mayoría de los países latinoamericanos están intentando dejar atrás la larga noche neoliberal.
La magnitud de los problemas económicosociales pendientes da cuenta del desafío mayúsculo que enfrentan nuestras naciones.
En ese marco, la planificación del desarrollo debe volver a ocupar un rol central en la agenda de gobierno.
Este trabajo pretende rescatar la experiencia del Plan Trienal, con sus logros y sus falencias, como un valioso insumo para esa tarea.
Desarrollo, esa meta tan esquiva
Desde la llamada Organización Nacional en el siglo XIX hasta el presente, el debate sobre el modelo de país y las políticas de desarrollo (o no) de diferentes gobiernos han marcado los vaivenes de la vida de la Argentina y su pueblo.
Un análisis de las relaciones contemporáneas entre la República Popular de China y la Argentina y el debate sobre el desarrollo.
Durante la década de 1980, se producen importantes transformaciones en el funcionamiento global de la economía. Entre ella se destaca la consolidación de empresas transnacionales (ET), grandes firmas que organizan etapas productivas diversas y dispersas geográficamente pero concebidas de manera sistémica. En otras palabras, los adelantos en las comunicaciones y transporte en conjunto con la creciente liberalización económica y reducción de aranceles, les permiten a las grandes firmas líderes de las Cadenas Globales de Valor (CGV), localizar distintas etapas acorde a las ventajas puntuales que se pueden encontrar en cada uno de los países.
Los problemas no resueltos
El fuerte peso de las empresas extranjeras en sectores clave condicionan la estructura productiva y su desarrollo. Dos enfoques sobre las hondas repercusiones de esa problemática y sus propuestas para empezar a superarla.
Industria nacional ausente
Por Martín Burgos
El fuerte crecimiento industrial que conoció nuestro país desde 2003 es un hecho destacable, que sólo permite comparación con el período 1964-1974. Sin embargo, los datos también nos indican que ese crecimiento industrial no pudo revertir la tendencia a la concentración y extranjerización que tuvo lugar durante la década del ’90. Siguiendo a los clásicos de la ciencia económica, podríamos pensar que son tendencias históricas de las cuales no podemos escapar si pretendemos una industria moderna y competitiva. Después de todo, Joseph Schumpeter, ¿no hablaba de la necesidad de una etapa monopolista en la innovación del producto? ¿Acaso no se nos repitió durante décadas que la inversión extranjera directa (IED) aportaba el capital y la tecnología que un país emergente necesitaba para su desarrollo económico?