Raúl Prebisch y la dinámica económica: crecimiento cíclico e interacción entre el centro y la periferia
Prebisch pensaba que para comprender la evolución de las economías capitalistas en el tiempo y en diferentes contextos se requería una teoría general del ciclo que abarcara las diferentes áreas de la actividad económica, a la que denominó “dinámica económica”. Esta teoría, elaborada entre 1945 y 1949, surgió como crítica de las teorías neoclásica y keynestiana, que Prebisch consideraba representaciones estáticas del capitalismo.
Keynes y Bretton Woods, 70 años más tarde
Esta semana hace 70 años de la muerte de John Maynard Keynes. Y pasados 70 años, expiran los derechos de autor de todos los trabajos de Keynes. Keynes es el economista más famoso e influyente de la corriente principal nunca. Y es el origen de toda una escuela o sector de la teoría económica llamada keynesianismo. Y 70 años más tarde, el keynesianismo sigue siendo el motor del pensamiento económico en la izquierda del movimiento obrero internacional. Lo que se puso de manifiesto de nuevo este mes en la última conferencia de la serie de seminarios titulada Nueva Economía de la oposición laborista del Reino Unido, una conferencia de Paul Mason.
Keynes, el subversivo
El primer día de 1935 encontró a John Maynard Keynes escribiendo una carta para George Bernard Shaw. En la misiva señaló: Creo estar escribiendo un libro sobre teoría económica que revolucionará en gran medida la manera en que el mundo piensa sobre los problemas económicos. Mostrando cierta cautela agregaba en un paréntesis que ese resultado no se dejaría sentir inmediatamente, pero sí en los próximos 10 años.
"El posconflicto en Colombia no se puede construir con las categorías que crearon el conflicto"
"El gobierno de Juan Manuel Santos se empecina en no negociar el modelo económico basado en las locomotoras minero-energéticas y de la agroindustria que han creado una desigualdad impresionante" en Colombia, refirió durante su charla magistral titulada "Desde abajo, por la izquierda, y con la Tierra: la diferencia latinoamericana", el antropólogo y catedrático universitario Arturo Escobar, en el marco de la VII Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales realizada en Medellín entre el 9 y el 13 de noviembre, bajo la organización de CLACSO.
En ese sentido, el científico social dijo que "el posconflicto en Colombia no se puede construir con las categorías tradicionales de desarrollo y representación políticas que fueron precisamente las que generaron el conflicto".
Destacó que esas formas tradicionales que eufemísticamente denominan "desarrollo" han servido para "la ocupación de los mundos y de las vidas de la gente" para facilitarle al capitalismo "la acumulación por desposesión", como diría el geógrafo inglés David Harvey.
¿Cómo salir de laberintos?
Un laberinto, según la definición de la Real Academia Española, es un “lugar formado artificiosamente por calles y encrucijadas, para confundir a los que se adentran en él, de modo que no puedan acertar una salida”. En otras palabras, se trata de confundir para que nadie entre y, si entró, que no pueda salir.
El laberinto es una figura muy antigua, cuyos rastros se pierden en los principios mismos de la historia, allí donde los mitos y leyendas aún son inseparables del devenir de las primeras civilizaciones. Diferentes explicaciones fueron dadas sobre la naturaleza y el uso de los laberintos, entendidos como una construcción a veces en superficie, a veces subterránea –o ambas cosas. El laberinto se compone así de intrincados pasillos y habitaciones, nunca mejor descriptos que en “La casa de Asterión” en El Aleph de Borges: lo componen infinitas puertas sin cerradura, galerías, aljibes, azoteas, cisternas, sótanos, patios… Algo de eso muestran los grabados antiguos y los dibujos de Escher.
“Como decía Perón, la tercera posición abre un nuevo juego”
Fue una semana agitada: el lunes 5 hubo inauguración de obras, festejos por el Día del Camino y baile en Tecnópolis, además de que se pagaron los Boden 2015 –5.900 millones de dólares, el pago más alto desde la cancelación de la deuda con el FMI, en 2005– y se anunció el lanzamiento de los Bonar 2020, con la intención de captar 500 millones de dólares. En medio de esa vorágine, la editorial Siglo XXI presentó su nuevo libro, Diálogos sin corbata. Cada una de estas actividades recibió críticas y halagos, tal como pasa con todo lo que hace Axel Kicillof, el joven ministro de Economía (43 años) que se apropió del mayor cuestionamiento que le hicieron, “un muchacho sin corbata”, para convertirlo en una bandera significante: de su mano la economía dejó de estar en las alturas de lo incomprensible para transformarse en esas cuestiones cotidianas.
“La versión económica ortodoxa no cierra”
La presentación de un libro de contenido político suele convertirse en un acto político en sí mismo. Pero cuando el panel está integrado por algunas de las personalidades más destacadas en su materia, el acontecimiento puede ser, a la vez, una clase magistral, un laboratorio de análisis e interpretación política, una mesa de amigos en la que, hablando sobre un mismo tema –un libro–, cada uno rescata y comparte lo que más le interesó, le llamó la atención, le pareció más trascendente o le despertó una reflexión, pero con aportes brillantes. Todo ello ofrecieron ayer Aldo Ferrer, Eduardo Basualdo, Horacio Verbitsky y Alfredo Zaiat, reunidos con el propósito de la presentación del nuevo libro de este último: Amenazados, el miedo en la economía.
¿Lastres de la década? El discurso económico en disputa
“El kirchnerismo, conceptualmente, nos ha hecho retroceder 30 años. Hoy se ha vuelto a discutir los controles de cambio, la inflación, si tener déficit es bueno o malo El Gobierno dejará un déficit fiscal difícil de manejar, una deuda importante, una economía estancada o ligeramente recesiva y un tipo de cambio atrasado. En indicadores de pobreza o indigencia estamos igual que a mediados de las décadas de 1980 y 1990” (diario La Nación, 24 de mayo de 2015).
Lo cierto es que “las grandes transformaciones estructurales” promovidas por el modelo de acumulación basado en la valorización fi nanciera hicieron estallar un conjunto de “bombas de tiempo” durante la crisis de la convertibilidad. Y éste es un dato objetivo, tan peligroso que puso en riesgo a la soberanía de la Nación. No faltó quien, por entonces y pese a ser parte responsable de lo ocurrido, recomendara poner la gestión integral de la Argentina en manos de una consultoría internacional integrada por expertos de los organismos multilaterales de crédito y con plenos poderes para hacer y deshacer en materia económica y social. Por cierto, tal “asesoramiento” se pagaría tomando más deuda externa. Afortunadamente primó el sentido común y, por un pelo, tal dislate fue descartado.
Ideas conservadoras vs progreso social
Esta semana se realizó en Córdoba el VIII Coloquio Industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA), sin demasiadas sorpresas en cuanto a posicionamientos políticos de la entidad. Por su parte, los medios de comunicación hegemónicos le dieron un tratamiento menor al tema e hicieron foco en la cuestión cambiaria y la inflación, los caballitos de batalla de los sectores conservadores.
“El Estado nos permite resistir la actual crisis global”
A diferencia de muchos de sus colegas, Ricardo Aronskind no soslaya el contexto global a la hora de hablar de la situación económica argentina. No es para menos, si se tiene en cuenta que luego de obtener su licenciatura en Economía por la UBA, cursó una maestría en estudios internacionales por la Flacso, para luego, desde la Universidad Nacional de General Sarmiento, coordinar el Programa de Seguimiento de la Crisis del Orden Mundial. Por eso, en la entrevista que mantuvo con Miradas al Sur, hizo referencia a la actual situación mundial para explicar el período de estancamiento por el que está atravesando la economía argentina. Según señaló “la incidencia global es hoy muy importante, hay que tener en cuenta que el índice de precios de las commodities llegó al mismo valor del 2002, es decir, al año previo a la llegada de los Kirchner al gobierno.