¿Mi jefe es un algoritmo?

En la Argentina de Milei hay una fuerza de trabajo cada vez más acostumbrada a ganar dinero según un rendimiento individualizado. Para los repartidores de Rappi y PedidosYa, el propio tiempo de vida es tiempo para hacer plata y el trabajo está cada vez más escindido de los derechos formales, la sindicalización y el Estado. La evaluación del trabajo y la figura personal de un “superior” se despersonifican en la gestión algorítmica que, para ellos, se traduce en una vivencia de autonomía. Los autores de este texto analizan el trabajo plataformizado y se hacen una pregunta: ¿puede un algoritmo comportarse como jefe?