Desde el retorno a la democracia en 1983, la problemática del hábitat ha sido discutida en distintas instancias sin que todavía se haya podido acercar una solución integral, es decir, una política pública que ordene y realice el desarrollo territorial de modo sostenible a largo plazo, que contenga políticas de suelo urbano, entendido como la producción de tierra para urbanizar y el establecimiento de una dinámica para el suelo ocioso. Los distintos planes, leyes, decretos, ordenanzas, programas, de los estados provinciales y municipales, han resultado insuficientes en relación a la envergadura de la temática.

Sabido es que la migración interna y externa  hacia el conurbano bonaerense es constante. Así, las regiones periféricas de esta región, comúnmente denominada “segundo y tercer cordón”, es la que padece la mayor desigualdad en torno al acceso al hábitat. Muchas familias son víctimas de este desamparo, ya sea por ocupación de tierras no aptas para asentamiento humano, por especulaciones inmobiliarias, por estafas de loteos irregulares, etc.

La articulación operativa entre ciudadanos, estados y el tercer sector ha dado resultados francamente alentadores en torno a esta problemática. El ejemplo que se verá a continuación se desarrolló en el partido de Almirante Brown, en la localidad de Glew. Es un tipo de iniciativa que merece ser analizada a la luz de políticas públicas integradas que se pueden poner en práctica como elemento reparador de la situación de déficit habitacional.

> CONTINUAR LEYENDO Y DESCARGAR ARTICULO COMPLETO

* Ex Director Registro Dominial, Municipalidad de Almirante Brown, 2011/2015)